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"¿Queremos la guerra en Europa o no?, por supuesto que no" insistía el presidente ruso, Vladímir Putin, ante el canciller alemán el 15 de febrero, un temor de Occidente, que él calificaba de "histeria". Pero en la madrugada del jueves cruzaba un punto de no retorno y ordenaba la invasión de Ucrania. 

Nacido en San Petersburgo, la capital de los zares, Putin lleva dos décadas tratando de recuperar parte de ese imperio que se desmoronó con la caída de la Unión Soviética. El ex alto cargo de la KGB llegó a la presidencia rusa en el año 2000, aupado por Boris Yelstin. Putin ha maniobrado para mantenerse en el poder, oficialmente o de facto, a pesar de las limitaciones de mandatos y ha adaptado la Constitución a sus intereses políticos. Ha gobernado con mano dura y ha perseguido a la disidencia interna. Entre sus opositores, unos están en la cárcel, otros envenenados o asesinados. También ha encarcelado a activistas de los derechos humanos y ha ilegalizado organizaciones humanitarias.
En 2008, Putin inició un giro en su política exterior con el objetivo de instaurar un cordón de seguridad en torno a Rusia, apoyando la sublevación de territorios como Osetia del Sur y Abjasia o instalando en el poder a políticos fieles a Moscú. Una estrategia que comenzó en Georgia, con una ataque que duró apenas una semana y sin oposición de la comunidad internacional.

Foto: Alexey NIKOLSKY / SPUTNIK / AFP)

  • Treinta años después el derrumbamiento de la URSS sigue teniendo consecuencias
  • Las guerras en el Cáucaso, en Ucrania, la anexión de Crimea, la tensión con la OTAN son algunas de las réplicas

Se cumplen 30 años de la desaparición de la URSS. Un hecho que cambió el equilibrio geoestratégico del mundo y puso fin a la llamada Guerra Fría. 30 años después Putin alimenta el sueño de la Gran Rusia.

FOTO: Estatua de Vladimir Ulyanov 'Lenin' y otros monumentos de la URSS en un parque de Moscú EFE.

Analizamos a la selección de fútbol de Georgia con Víctor Mongil, jugador español del Dinamo de Tibilisi, para conocer algo más de los rivales de la selección española en la fase de clasificación para el Mundial de Catar 2022.

En Georgia, se mantienen las movilizaciones frente al Parlamento de Tiflis, que anoche fue escenario de una auténtica batalla campal. Miles de personas, convocadas por la oposición, trataron de entrar en el edificio. Les parecía "una vergüenza nacional" que, dentro, hubiese una delegación parlamentaria rusa. Los enfrentamientos acabaron con 240 heridos, 80 de ellos policías

Miles de personas asaltaron el Parlamento de Georgia para exigir la expulsión del diputado ruso Sergei Gavrilov, quien intervino en la cámara en ruso y que llegó a sentarse en el asiento del presidente. Numerosos georgianos tomaron esto como una ofensa e intentaron acceder al edificio por la fuerza. Hasta 240 personas han resultado heridas en los disturbios, algunas de ellas en estado grave. Se esperan nuevas protestas para esta tarde.

Empezamos el programa de hoy con las condenas al bombardeo de Yemen que ayer costó la vida a casi medio centenar de niños y los anuncios de investigaciones realizados por parte de varios organismos internacionales, entre ellos la ONU. Nuestra coresponsal Cristina Sánchez charla con el fotoperiodista Ricardo García Vilanova, que ha vuelto recientemente a algunos de los lugares por los que pasó en su cautiverio después de que el autoproclamado Estado Islámico le secuestrara junto a Marc Marginedas y Javier Espinosa, del auge y caida del ISIS y de las direfencias de la actuación del grupo en las diferentes capitales de su autodenominado 'califato'. Terminamos recordando cómo fue la guerra de los cinco días entre Georgia y Rusia, que acabó con la escisión de las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.

Hace diez años estallaba la guerra de los cinco días entre Georgia y Abjasia y Osetia del Sur, apoyadas por Rusia. La guerra de Osetia del Sur acabó con la vida de 640 georgianos y consumó la escisión de esas dos regiones separatistas, reconocidas desde entonces por Moscú como Estados independientes de facto anexionados. La tensión entre ambos países ya no es tan fuerte como hace años, pero no ha desaparecido. Esta semana, desde Rusia se lanzaban amenazas a Georgia si ésta llega a entrar en la OTAN. Mientras, en la capital georgiana, en Tiflis, se proyectaban mensajes luminosos que decían: "El 20 % del territorio de Georgia está ocupado por Rusia" y "Rusia es un ocupante". Tiflis no renuncia a Osetia del Sur y Abjasia y denuncia que esos territorios han sido ocupados por Moscú. Recordamos qué ocurrió con Fernando Martínez.