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Los agricultores franceses continúan con sus protestas. Mientras, el Gobierno francés ha señalado que va a controlar que los grupos de distribución respetan la legislación que garantiza a los agricultores un precio que cubra los costos —también cuando utilizan sus centrales de compra en otros países europeos como España, acusadas de servir para puentear las reglas en Francia—.

Las tres grandes asociaciones de agricultores del país, ASAJA, COAG y UPA, han convocado movilizaciones para los próximos días. Miguel Padilla, secretario general de COAG, explica en Las Mañanas de RNE que lo que proponen es seguir una hoja de ruta a nivel europeo, a nivel estatal y a nivel de las comunidades autónomas: “Cada uno tiene una responsabilidad que debe trabajarse en ese sentido”.

Padilla cuenta que los problemas por los que se están manifestando los agricultores franceses son idénticos en cualquier país de la UE, como puede ser la burocracia, la aplicación de la PAC, la situación del pacto verde o la desregulación del mercado. Padilla también señala la desigualdad de condiciones con la producción agraria y ganadera de países terceros: “Estamos hablando de una competencia desleal y una política que consideramos de bastante hipocresía. No se puede exigir a todos los agricultores y ganaderos de la UE una serie de requisitos que están asfixiando la actividad y, por otro lado, dejar entrar de terceros países que no cumplen estos requisitos y que no podamos competir con ellos”, argumenta.

Padilla sentencia que las condiciones de los agricultores franceses son las mismas que las de los agricultores españoles porque las políticas son comunes, y han de cumplir los mismos requisitos.

A la espera de conocer las medidas que el Gobierno de Macron anunciará el martes, miles de agricultores se preparan para pasar esta noche y las que sean necesarias. La Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FDSEA) y la asociación Jóvenes Agricultores de la Gran Cuenca de París habían anunciado el bloqueo de las entradas a la capital "por tiempo indefinido" a partir de las 14:00 horas de este lunes.

Centenares de tractores y vehículos agrícolas cortan los accesos principales a París y también otros puntos críticos para la movilidad de mercancías, como las autopistas que conectan el sur con el norte de Francia. Los sindicatos convocantes aseguran que, de momento, no quieren entrar en París, pero sí presionar al Gobierno para que dé una respuesta inmediata a sus exigencias. Los transportistas españoles siguen bloqueados y calculan unas pérdidas de 12 millones de euros diarias. Foto: EFE/MOHAMMED BADRA

El Gobierno ha asumido como propio el argumento repetido por los agricultores, según el cual Italia o España jugarían con ventaja porque pueden emplear productos químicos que están prohibidos en Francia. Hay que aclarar esa historia de competencia desleal, ha dicho el primer ministro, que ha añadido que no puede ser que Francia importe el 40% de sus frutas y verduras. Por su parte, el ministro del Interior ha precisado que eso no autoriza a nadie a tomar como rehenes los camiones con cargamentos extranjeros. Específicamente, los españoles, ha dicho. Los sindicatos han anunciado para este lunes un bloqueo total de las autopistas que conducen a París. El Gobierno ha trazado una línea roja. Un gran despliegue policial protege el mercado mayorista a las afueras de la capital y los aeropuertos. También estará prohibido entrar con los tractores en la capital.

La autopista AP-7 ha vuelto a abrir al tráfico después de permanecer cortada por las protestas que agricultores franceses. En el informativo '24 Horas Fin de semana' hablamos con Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal, la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería con representatividad a nivel nacional. Nosotros estamos de acuerdo con sus reivindicaciones, son las mismas que pedimos los españoles, pero hay que respetar la libre circulación de mercancías", expresa Fernández, que califica las consecuencias de estos días como "un desastre". Desde Coexphal creen que la Unión Europea tiene que replantearse qué está pasando con la agricultura europea y si nos interesa tener soberanía alimentaria o depender de terceros países.

Los agricultores franceses mantienen las protestas pese a las promesas realizadas por el Gobierno. El Ejecutivo de Macron ha prometido exenciones fiscales al gasóleo agrícola, acelerar los pagos de la PAC y oponerse al acuerdo con Mercosur. Los cortes de carretera mantienen a decenas de camiones bloqueados y otros se han visto obligados a usar vías secundarias.