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En Brasil, decenas de miles de personas han vuelto a salir a la calle para protestar contra la corrupción y contra el gobierno de Dilma Rousseff. Las manifestaciones, convocadas por diferentes movimientos sociales, recorren decenas de ciudades y piden la dimisión de la presidenta.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, parece acorralada cuando no ha pasado ni medio año desde que fue reelegida para un nuevo mandato. El escándalo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras está complicando cada vez más su situación, como se ha visto estos días en las principales ciudades del país. Cientos de miles de personas han pedido la dimisión de Rousseff y parte de su equipo por su implicación en casos de corrupción. Ella trata de sortear la creciente presión anunciando nuevas medidas para afrontar ese problema, pero el escándalo de Petrobras parece haber disparado definitivamente la indignación de los ciudadanos brasileños. Fabricio Borges, investigador asociado del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona, analiza la situación.

En Brasil, el ejecutivo que presiden Dilma Rousseff se ha comprometido a luchar contra la corrupción. El ministro de Justicia ha asegurado que el Gobierno cumple su papel, después de que este domingo más de un millón de personas salieran a protestar por el escándalo de Petrobrás (16/03/15).

En  la compleja trama de corrupción que salpica a la petrolera Petrobrás hay políticos, funcionarios y empresarios, que van cayendo como fichas de dominó a medida que los más de 15 que ya están detenidos siguen revelando datos a cambio de una reducción de condena. El escándalo puede cambiar Brasil para siempre, lo ha dicho en sus primeras y únicas declaraciones la propia presidenta. Miles de personas han protestado ya contra la corrupción de la mayor empresa pública del país que podría haber movido en comisiones a empresas a cambio de contratos, más de 3.000 millones de euros. Comisiones que según los delatores, también habrían recibido los principales partidos políticos, incluido el PT en el poder. De las 10 mayores constructoras que hay en Brasil sólo dos no están envueltas en el escándalo de Petrobrás, una empresa con 86.000 funcionarios que refina el 98% de la gasolina que se consume en este país.

Brasil ha crecido de media un 3,5% anual los útlimos diez años. Pero se encuentra en recesión técnica tras sumar dos trimestres de caída del PIB en 2014. Brasil cerró 2013 con un PIB de casi 1,7 billones de euros. Es la séptima economía del mundo, tiene un déficit del 3,25% y la tasa de paro, que llegó a estar en el 13% en 2004, era en agosto del 5%.

Dilma Roussef gobernará Brasil durante los próximos cuatro años. Rousseff ha ganado por un estrechísimo margen a su oponente, el liberal Aecio Neves, poco más de tres puntos de diferencia, la más corta registrada en unas elecciones en Brasil desde el final de la dictadura en 1985. Fabricio Borges, investigados asociado de CIDOB, analiza el resultado. 

La presidenta Dilma Rousseff va a continuar otros cuatro años al frente del país tras lograr imponerse en las elecciones celebradas este domingo. una victoria, en cualquier caso, ajustada y que va a exigir a la presidenta llevar a cabo una serie de reformas si quiere que su popularidad no se venga abajo.