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Las Bolsas europeas han sufrido fuertes caídas este miércoles, jornada en que se celebra la cumbre informal de la Unión Europea sobre crecimiento. El Ibex-35 cedía un 3,31% al cierre de la sesión y ha perdido la cota de los 6.500 puntos, ahondando en mínimos de 2003 ante las caídas generalizadas en los pesos pesados del selectivo. A la espera de la cumbre europea que se celebra en Bruselas, las expectativas sobre medidas que impulsen el crecimiento se desvanecían y la prima de riesgo escalaba a los 482 puntos básicos, 21 más que en la apertura de la jornada.

Con la tensión de vuelta a los mercados de deuda pública y los rumores sobre una posible salida de Grecia de la moneda común, el rojo se extendía con fuerza entre las principales plazas europeas. Solo Milán superaba las pérdidas del selectivo español con un descenso del 3,68%, seguido por París, con pérdidas del 2,62%. Fráncfort se ha anotado una caída del 2,33% y Londres se ha dejado un 2,53%.

Los recortes en la gran banca rondaban el 2% -BBVA cedía un 4% y Santander, un 3%-. Repsol se sumaba a las pérdidas y se dejaba un 3%. Con todos los valores en negativo, el Ibex retrocedía a los 6.440 enteros. El peor valor del selectivo es la constructora Sacyr que ha caído un 10,60%.

De lo que se trata es de que se disipe cualquier duda sobre el euros, que se haga un esfuerzo para sostener la deuda de todos los países que están cumpliendo sus compromisos ante la UE y que haya financiación y que haya liquidez. Europa tiene que dar respuesta, es obligado hacerlo porque no pdoemos vicir así durante mucho tiempo, con unos diferenciales a la hora de financiarse tan grandes. Porque además estos diferenciales son los que hacen que las políticas en las que creemos de control de gasto y de reformas para el crecimiento, al final no rpoduzcan efectos. El Gobierno no tiene ni interés ni ninguna intención de acudir a ningún fondo de la UE o de cualquier otro organismo. Lo único que tenemos interés es dar un mensaje claro, nítido y entendible sobre un sistema financiero que no se puede poner en tela de juicio porque no lo está. Nuestras posturas pueden ser convergentes, no en todos los asuntos, pero en torno a dos grandes prioridades. La primera de ellas, inyectar liquidez en el sistema financiero europao y hacer que todos los bancos europeos, todos los bancos europeos puedan consolidarse. También queremos que haya crecimiento

En el Parlamento Europeo, PP y PSOE están de acuerdo en que el BCE debe ayudar a España.

Los Eurodiputados Pablo Zalba y María Muñiz discrepan en algumos matices, pero comparten la idea de un Banco Central con más capacidad para ayudar a los paises con problemas (23/05/12).

Bruselas acoge hoy, miércoles 23 de mayo de 2012, a una cumbre informal de la UE para hablar de crecimiento y ver cómo queda el equilibrio de poderes en la Unión tras la llegada de Hollande. Hablamos de este asunto en Radio 5 con Nuria Alonso, profesora en la Universidad Rey Juan Carlos y miembro de ECONONUESTRA, un grupo de economistas críticos.

"Durante estos últimos cuatro años de crisis las recetas de austeridad han fracasado, pero estaba anunciado. Estamos en el escenario de la 'gran depresión'".

"La llegada de Hollande no está siendo apoyada. No parece que el equilibrio de fuerzas vaya reducirse".

"Alemania está beneficiándose de la gestión de la crisis. Está financiando su incremento de deuda prácticamente gratis. El aumento de la prima de riesgo se ha producido por el pago más alto de tipo de interés de la deuda de los países como Italia y España, y por otra parte porque como el fenómeno de los movimientos especulativos en contra de la deuda de los países se hace comprando deuda alemana, el tipo de interés que tiene que pagar Alemania por su deuda baja" (23/05/12).

La Unión Europea celebra mañana una Cumbre extraordinaria para tratar de aclarar en qué punto de la crisis nos encontramos. Austeridad o crecimiento o ambas cosas a la vez. Son las recetas que están sobre la mesa de los líderes europeos. El final del dúo merkozy ha dado pie a nuevos debates. Francois Hollande no sólo cuestiona el Pacto Fiscal en su actual redacción, sino que defiende los eurobonos para impulsar el crecimiento. Alemania está en las antípodas. Apoyada por Holanda, Austria y Finlandia, la canciller Merkel no sólo rechaza los eurobonos sino que ratifica su apuesta por la austeridad. El presidente Rajoy reclama que se garantice la estabilidad financiera como principal factor de crecimiento. Sin citar a nadie todas las miradas se vuelven de inmediato hacia el Banco Central Europeo.