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La Unión Europea destinará 85.000 millones de euros para sanear la economía irlandesa y gran parte de esta cantidad se destinará al sector bancario. Aunque la CE no se posiciona sobre la situación política del país, sí afirman estar interesados en que se saquen adelante, cuanto antes, los presupuestos.

Los bancos irlandeses deben hacer los deberes y sacar a la luz los detalles de sus cuentas. Es el consejo que les ha dado el Gobernador del Banco Central de Irlanda para recuperar la confianza de los inversores. Señala que Irlanda está consiguiendo mucha colaboración de Europa y eso, dice, es lo importante.

Desde la Comisión Europea se ha hecho otra petición al Gobierno irlandés: que la crisis política no interfiera en la elaboración de los presupuestos del año que viene y en los objetivos de los próximos cuatro años, cuentas que se consideran clave para negociar el plan de rescate. El comisario de Economía asegura que este plan debe estar cerrado antes de que acabe noviembre.

Y mientras Dublín negocia, el Fondo Monetario Internacional ha revelado algunas de sus condiciones a la ayuda: que se recorte de forma gradual el subsidio de desempleo y el salario mínimo. Además pide endurecer los requsitos de busqueda de empleo y mejorar la competitividad de las empresas para que exporten más. Aunque el tema más espinoso, la subida del impuesto de sociedades, sigue en el aire.

Para satisfacer su necesidad de financiación, el Estado emite deuda. Lo hace a través de subasta pública en un mercado electrónico: en forma de letras, bonos y obligaciones del Estado. El Tesoro no fija de salida un tipo mínimo ni máximo: sólo busca pagar lo menos posible a quien compra esa deuda. Enfrente, el mercado, que quiere conseguir el beneficio más alto por prestar al Estado ese dinero. Las subastas son ciegas: se puja por cantidad y precio que no se conoce. El Tesoro va cogiendo las peticiones que tienen un menor tipo de interés. Hay varios factores que hacen que el Tesoro pare la subasta, aunque le quede papel por vender. Por un lado, porque ya no quiere pagar tipos de interés más altos; y en ocasiones, para no transmitir la imagen de que necesita imperiosamente más dinero. Como en cualquier subasta, también en ésta rige la oferta y la demanda, aunque también la especulación con riesgos en los que a veces se gana, y otras, se pierde.

La bolsa española ha vuelto a desplomarse este martes al acusar tanto la desconfianza que recorre un día más los mercados internacionales por el rescate a Irlanda y la caída de su Gobierno, como la incertidumbre geopolítica que ha suscitado el último enfrentamiento entre las dos Coreas, que han llevado al selectivo Ibex 35 a perder un 3,5%, su mayor descenso desde agosto. Así, el selectivo español, que este lunes ya perdió el nivel de los 10.000 puntos, ha retrocedido hasta 9.691,80 puntos, lo que le devuelve a niveles de principios de julio y eleva las pérdidas acumuladas este año hasta el 18,83%. De la misma forma, el Índice General de la Bolsa de Madrid ha bajado un 3,10% y cae por debajo de los mil puntos, hasta los 990,80.

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha admitido en la comisión de presupuestos del Senado que el efecto contagio de Irlanda se ha producido. "Los mercados son muy sensibles y ha sido muy fuerte sobre Portugal y menos sobre España; y más fuerte sobre España que sobre Italia, y más fuerte sobre Italia que sobre Bélgica", ha puntualizado el gobernador (23/11/2010).