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La reunión de este martes entre el presidente estadounidense y el primer ministro israelí ha provocado muchas reacciones a nivel mundial y especialmente en Oriente Medio. Trump le ha propuesto a Netanyahu tomar el "control" y reconstruir la Franja de Gaza tras "reubicar" a toda la población palestina en los países cercanos de la zona. En 'Las Mañanas de RNE', analizamos las intenciones de Estados Unidos con el catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Álvarez Ossorio.

"No tiene ningún sentido seguir negociando el futuro de la Franja de Gaza si va a ser propiedad de EE.UU.", sostiene. Ossorio aclara que en el caso de que Trump tome el control de la zona para hacer una "limpieza étnica" masiva sería "un crimen para la humanidad y violaría el Derecho Internacional", y todo dependería de las condiciones que impongan los países vecinos para abrir sus frontera y acoger a 7 millones de personas. "Esto provocaría un auténtico terremoto en todo Oriente Medio y, también, la caída de buena parte de los dirigentes cercanos a Occidente y su reemplazo por líderes hostiles a Occidente", resalta el catedrático. Esta propuesta "crearía grandes complicaciones para Estados Unidos en el conjunto de una zona tan sensible como Oriente Medio", según el experto.

En el paso fronterizo de Rafah, en el cruce de Gaza con Egipto, los camiones esperan para llevar ayuda a Gaza. Esta es la única entrada que comunica Gaza con el exterior sin control directo de Israel. Cada día desde el alto el fuego entran cargados con ayuda, suministros humanitarios y alimentos para aliviar la situación dentro de Gaza, donde sigue faltando de todo.

También desde el pasado sábado este es el único cruce por el que Israel permite que salgan algunos gazatíes enfermos o heridos por la guerra. A diario están saliendo unas cuantas decenas de palestinos acompañados por sus familias para ser tratados en hospitales de Egipto o en otros países. La organización Mundial de la Salud cree que unos 12.000 gazatíes deberían ser evacuados porque necesitan tratamiento médico urgente.

Saddam, un niño de 10 años, fue alcanzado delante de su casa por el disparo de un francotirador israelí. Lo ha grabado una cámara de seguridad. El niño se retuerce por el dolor, grita y cae semiinsconciente. Ahora los médicos tratan de salvarle la vida en un hospital de Nablus, Cisjordania, a unos 30 km de donde ocurrieron los hechos, pero su estado es crítico.

Su padre, Iyad, cuenta que Saddam había bajado a hablar por teléfono con su madre. Están divorciados. Y en ese momento, le dispararon. Asegura que después los propios soldados retuvieron casi media hora la ambulancia para registrarlos. Perdieron demasiado tiempo hasta llegar al hospital.

Raquel Martí, directora del Comité UNRWA España, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní en el marco de la entrada en vigor de dos leyes por las que Israel prohíbe toda la actividad de la agencia en Cisjordania, en Jerusalén Este ocupado y en Gaza. Martí dice que afrontan este día con "muchísima tristeza, angustia y muchísima impotencia" y pone el foco en que Israel está "contradiciendo" sus obligaciones en dos vertientes: "Lo hace de cara al Derecho Internacional Humanitario, pero es que también está violando las obligaciones que le confieren por la Convención General sobre Privilegios e Inmunidades de la ONU". La convención que menciona dice que las instalaciones de las Naciones Unidas son inviolables y tienen inmunidad.

La entrevistada concreta que esto no es solo un daño a UNRWA, sino a todo el sistema de Naciones Unidas: "Es gravísimo porque hemos construido este sistema a raíz de la Segunda Guerra Mundial para que no volvieran a suceder las atrocidades que se cometieron y parece que no aprendemos porque estamos volviendo a repetir lo mismo, y ahora con mayor gravedad en Gaza", se lamenta. Además, es tajante, si la agencia no sigue adelante "estamos poniendo en juego la educación de 600.000 niños, estamos poniendo en juego la salud de seis millones de refugiados de Palestina".

Son decenas de miles de gazatíes, desplazándose desde el sur de la Franja al norte, donde antes de la guerra vivía la mayoría. Llevan lo poco que han podido salvar, en coche, en carros o a pie. Como máximo son unos 40 kilómetros, pero tardan días porque las dos únicas carreteras están colapsadas.

Hassan lleva 24 horas de viaje y se ha quedado sin gasolina. Le toca empujar el coche. También ralentizan el regreso los controles de seguridad. Son parte del acuerdo de alto el fuego: solo se permite el paso a civiles desarmados. Estos los llevan a cabo empresas privadas de Egipto y Estados Unidos, precisamente dos de los países mediadores entre Israel y Hamás.

En las últimas 48 horas, el ejército israelí ha matado en varios ataques a 11 gazatíes, incluida una niña de 5 años.

Con la noche, la falta de luz no ha impedido la marea humana de gazatíes de vuelta a casa, en el norte de la Franja. 650.000 tuvieron que abandonarla. Pero el futuro es incierto. Heba lleva cinco horas y media en la calle y nadie les ha preguntado nada.

Wassim, que resultó herido en la guerra, buscará un sitio en la calle para pasar la noche. No ha podido contactar con su familia. Otras personas han tenido más suerte. Después de 15 meses sin verse, madre e hija se han reencontrado. A la nieta casi no la conoce. No queda nada de la casa, pero no les importa. Dicen que la separación es dura, pero la espera, peor.

Según Hamás, que gobierna en Gaza, en 24 horas al menos 300.000 personas han regresado al Norte de la Franja tras evacuarla por orden de Israel. 5.500 funcionarios están facilitando el retorno. Viendo algunas imágenes parece que el reencuentro merece la pena.

El grupo islamista palestino Hamás ha informado este lunes del regreso a sus hogares de más de 300.000 desplazados tras el desbloqueo israelí del norte de Gaza.

"Hoy, más de 300.000 miembros desplazados de nuestro gran pueblo palestino regresaron a través de las calles Al Rashid y Salah Al Din, 470 días después de la guerra genocida cometida por el ejército de ocupación israelí", ha asegurado Hamás.

El regreso de los palestinos al norte de Gaza debía haberse producido el sábado, después de la segunda liberación de rehenes fruto de la tregua que entró en vigor el domingo 19 de enero. Sin embargo, Israel alegó que Hamás no había cumplido su parte de lo acordado por no liberar a la rehén Arbel Yehud.

FOTO: REUTERS

La Unión Europea volverá a desplegar una misión en el paso fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, que garantice la entrada de ayuda humanitaria en la franja. El despliegue se pondrá en marcha en febrero, según ha anunciado la máxima responsable para la política exterior, Kaja Kallas. España, Francia e Italia han confirmado que enviarán efectivos.