Un grupo de militares mexicanos están componiendo corridos para atraer a los jóvenes al ejército. Los corridos, género musical que nació en el siglo XIX, llevan varios años popularizándose con un estilo urbano más allá de la exaltación del héroe nacional tradicional, especialmente los llamados narcocorridos, que se centran en la vida de los líderes de los cárteles. La violencia, el consumo de drogas o letras machistas caracterizan estas composiciones.
Ahora, un grupo de militares intenta a través de unos nuevos corridos convencer a los jóvenes de los beneficios de alistarse. El músico y capitán del ejército mexicano, Eduardo Barrón, abandera estos corridos militarizados. Barrón ha contado que los militares lo hacían como entretenimiento "después de comer o antes de dormir". Ahora publican sus canciones con las trompetas, la guitarra y el acordeón como protagonistas en las que narran las historias de "un soldado que deja atrás a su familia, que deja atrás su pueblo por venir a servir a la nación". Incluso cantan sobre aquellos que "pierden la vida por darlo todo por el pueblo".
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, apoya que cambie el contenido violento de este género musical: "Está muy interesante porque es cambiar completamente la música mexicana. Vamos a darle una vuelta a que sí haya corridos tumbados, pero que hablen de otras cosas, que no hablen de violencia, que no sea este trato que luego se les da a las mujeres en las canciones".
Una misión complicada según José Manuel Valenzuela, sociólogo de Tijuana. Matiza que "mientras existan estos entramados de violencia, va a haber narrativas, va a haber canciones que nos recreen esas historias que emergen en los marcos cotidianos de mundo y de vida de la gente".