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Vuelos suspendidos, comercios cerrados... El coronavirus puede contagiar también a la economía de China que, en general, funciona a medio gas, y en algunas zonas, como Wuhan, directamente ha echado el freno. Todavía es pronto, dicen los expertos, pero podría restar algún entero al crecimiento del gigante asiático, que ya viene tocado por la guerra comercial con Estados Unidos.

Esta desaceleración podría afectar, a su vez, una o dos décimas al crecimiento mundial, porque representa un 16% del total y porque es la industria de medio mundo. Algunas empresas empiezan a estar preocupadas por el posible retraso en suministros.

Mientras, las bolsas están haciendo correcciones a la baja, pero no han entrado en pánico. Esperan a los datos de confianza de China y a la reacción de los mercados centrales. En el caso español, la repercusión sobre Inditex, Gestamp, Iberia, Antolín y otras empresas que han tenido que parar su actividad en la zona dependerá también de cuándo se normalice la situación, según los expertos consultados por TVE.

China sigue concentrada en contener la transmisión del coronavirus de Wuhan con controles férreos en las zonas donde hay infecciones confirmadas. "Está todo cerrado absolutamente, hospitales, cualquier tipo de comercio y lugar de ocio está cerrado", ha explicado a TVE Fausto, un joven español que trabaja en Pekín y que confía en que el pico del virus pasará. Por su parte, Carlos Martín acaba de aterrizar en Shangái, a 800 kilómetros del epicentro del brote en Wuhan, ha llegado para pasar el Año Nuevo chino en otra región del país, pero asegura que las autoridades les han pedido que se muevan "lo menos posible". "Creo que esto hay que tomárselo con más calma", afirma, esperando, como el resto de españoles, volver a la normalidad lo antes posible.

Rusia ha sellado su frontera terrestre de más de 4.200 kilómetros con China. Mientras, el gigante asiático combate el virus en hospitales, laboratorios y en mercados y restaurantes. Se cree que el punto de partida de la epidemia fue un murciélago o una serpiente vendidos en un puesto en Wuhan. Esa práctica ha quedado prohibida y los expertos aconsejan además cambiar algunas tradiciones gastronómicas.

Los chinos tienen un cierto aprecio por la carne exótica. Es un hábito adquirido cuando, décadas atrás, la necesidad obligaba a consumir cualquier tipo de animal. Hoy en día no hay escasez, pero ese consumo tiene connotaciones culturales.

Autoridades y científicos tratan de encontrar el origen de la cepa del coronavirus y la respuesta podría encontrarse en el inmenso mercado de productos frescos en Wuhán, el epicentro del brote.

Los primeros contagios se dieron o bien en trabajadores o en compradores asíduos. El primer fallecido, un hombre de 61 años, era habitual de los puestos. Se sabe que aunque se vendía sobre todo pescado, en un pequeño número de tiendas se despachaba animales vivos y piezas exóticas, a menudo sin control sanitario.

Los llamados mercados húmedos llevan años generando controversia en China. En 1999, el 50 por ciento de los ciudadanos admitía no haber comido animales salvajes en el último año y, en 2006, tras el episodio del SARS, el porcentaje se elevaba al 70 por ciento. Es más que posible que el nuevo coronavirus genere el mismo efecto.

El ministro de Sanidad se ha reunido con las comunidades para coordinarse en relación al coronavirus. Salvador Illa ha confirmado que la veintena de españoles que quieren salir de Wuhan llegarán a España este viernes y que se les pondrá en cuarentena en el Hospital Gómez Ulla de Madrid aunque en ningún caso estarán en aislamiento.

La veintena de españoles que permanecen en Wuhan, epicentro del coronavirus en China, viajarán este viernes hacia nuestro país a bordo de un avión británico. Por otra parte se confirma que el hombre hospitalizado en Málaga no tiene esta enfermedad sino gripe tipo B.

A medida que pasan los días, no sólo hay que sumar desgraciadamente nuevos fallecidos por el coronavirus sino que hay que confirmar cientos de nuevos infectados. De hecho, el temor a una gran propagación de este brote está obligando a decenas de empresas y multinacionales a adoptar medidas. Y es que ya son 170 las personas que han fallecido por el coronavirus y casi 8.000 los infectados sólo en China.

A partir de este viernes, Iberia dejará de volar a Shangai, la única ruta que la compañía tenía con China, y lo hará, al menos, durante todo el mes de febrero. La aerolínea ofrece el cambio de fecha o el reemboldo del billete. British Airways ha suspendido todas su conexiones con el país asiático. Air France reduce sus vuelos, solo uno a la semana a Pekín y otro a Shangai. KLM Royal Dutch Airlines pasa de ofrecer once rutas semanales con Shangai a siete.

Lejos de las aerolíneas, el coronavirus ha provocado que la cadena Sturback haya cerrado más de 2.000 cafeterías o que Ikea haya clausurado de manera temporal la mitad de sus establecimientos. También empresas como General Motors, Honda, Nissan y Toyota mantienen paradas sus plantas de producción. Informa Guillermo Hernández.

China investiga si un enfermo ha contagiado a 16 personas, lo que científicamente los expertos denominan un supercontagiador. Estos son individuos que excretan más cantidades de virus durante un período más largo, por lo que presentan un riesgo más elevado. La enfermedad afecta ya a casi 6 mil personas y se ha extendido en apenas tres semanas fuera de China.

Francia será el primer país europeo que repatríe a sus ciudadanos en Wuhan. Este miércoles por la noche despegará rumbo a China el primer avión medicalizado de París. Transportará a alrededor de doscientos ciudadanos franceses, todos ellos sin síntomas de la enfermedad, y serán trasladados cuando aterricen a un lugar todavía por determinar, donde permanecerán en cuarentena durante 14 días.

Iberia ha suspendido temporalmente sus vuelos con China por el coronavirus desde este viernes y durante todo el mes de febrero. Dejará así de operar los tres vuelos semanales que conectaban Madrid con Shanghái. Otras compañías, como British Airways, la alemana Lufthansa o a la indonesia Lion Air, han tomado esta misma decisión.

Los detalles del traslado a España todavía se están cerrando. Los repatriados irán a Madrid en los próximos días, pasarán chequeos sanitarios antes de salir y al llegar para comprobar que están sanos y se les pondrá en cuarentena en un lugar adecuado para ello. Todos los países europeos seguirán las mismas medidas ya que han llegado a un acuerdo conjunto. La OMS no cree que deban salir de Wuhan para evitar riesgos.

El Ministerio de Sanidad ha confirmado que los españoles que sean repatriados tendrán que pasar la cuarentena en España. Además, aquellos que presenten síntomas no tendrán autorización para abandonar el país. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad ha enviado un mensaje de tranquilidad señalando que la UE tomará medias "muy por encima de lo necesario".