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Cinco grandes grupos textiles, entre ellos el español Inditex (propietaria de Zara) y el sueco H&M (Hennes y Mauritz), se han comprometido a firmar el Acuerdo sobre Seguridad y Contra Incendios para evitar tragedias como la ocurrida en Bangladesh el 24 de abril.

Los principales sindicatos internacionales han informado del acuerdo de cinco años firmado por Inditex, H&M, PVH (propietaria de marcas como Tommy Hilfiger y Calvin Klein), Tchibo, C&A, Primark y Tesco que promueve las inspecciones independientes de seguridad en el sector textil y la difusión pública de sus resultados, así como reparaciones y renovaciones obligatorias con el objetivo de garantizar la seguridad en los talleres textiles.

"Estaba cortando hierros y entonces ví que salía de un agujero un palo plateado que se movía. Miré y ví a alguien gritándome 'por favor sálveme'. Entonces llamé a los soldados y bomberos y les dije, corran, vengan, he oído algo. Vinieron y confirmaron que era una mujer", relata el bombero que ha rescatado una mujer, 16 días después del derrumbe de un edificio en Bangladesh. La joven Reshmi se recupera en el hospital, donde ha declarado que "era muy dificil conseguir que alguien me oyera... Estuve dando golpes con las piernas, pero nadie me oía...".

Se llama Reshma, y los bomberos la encontraron mientras estaban desescombrando. Ya no buscaban supervivientes, cuando esta mañana escucharon los gritos de la mujer. Las autoridades dicen que puede haber todavía muchos cadáveres en las plantas bajas del edificio.

Su nombre es Reshmi y ha devuelto la esperanza a los equipos de rescate que trabajan entre los escombros del edificio derruido en Bangladesh. Dieciséis días después del accidente en el que han muerto más de 1.000 personas, los bomberos han rescatado milagrosamente con vida a una joven.

"Se encontraba entre un falso techo y una columna. Se llama Reshmi. Puede haber utilizado un suministro de agua o haber bebido a través del agua que se filtra en el edificio", ha explicado el jefe de bomberos, Ahmed Ali.

Según el portavoz del Ejército de Bangladesh, Shahinul Islam, "la mujer ha sido rescatada y trasladada a un hospital militar". En las imágenes difundidas en las televisiones bengalíes, Reshmi aparece en una camilla y con una mascarilla de oxígeno.

Los servicios de emergencias la han localizado esta mañana y la han dado agua y galletas, antes de liberala. La mujer se encuentra en un estado de salud relativamente bueno, según recogen los diarios bdnews24 y The Daily Star.

Mientras los muertos por el derrumbe de la fábrica textil llegan casi a mil y, cada día, siguen recuperando decenas de cadáveres de entre los escombros; un incendio en otro taller textil ha causado al menos 8 muertos. Esto aumenta el debate sobre la falta de seguridad en esos centros de trabajo.

Al menos ocho personas han perdido la vida a causa del incendio en un taller de ropa de Bangladesh.Citadas por los medios bengalíes, las fuentes han precisado que el incendio tuvo lugar en la fábrica Tung Hai Sweater, en la novena planta de un edificio de once situado en el barrio capitalino de Mirpur.

Entre los fallecidos están el director de la firma, Mahbubur Rahmán, y un alto mando policial, que estaban manteniendo una reunión en el inmueble después de que los trabajadores del taller lo hubieran abandonado.

Las inspecciones se han reactivado desde el derrumbe del edificio de 8 plantas a las afueras de la capital, Daca, en el que murieron, según los últimos datos, más de 800 personas.

Bangladesh vuelve a ser noticia porque al menos 15 personas han muerto y hay 200 heridas a causa de los enfrentamientos de islamistas radicales con la policía. Piden una nueva ley contra la blasfemia que incluya la pena de muerte contra quienes critiquen el islam. En Bangladesh hay desde 2009 un ejecutivo laico que se niega a endurecer las penas.

Al menos 22 personas han muerto este lunes en Bangladesh en violentos enfrentamientos en la capital, Dacca, entre fuerzas del orden y decenas de militantes islamistas que reclaman una nueva ley sobre la blasfemia, según han anunciado fuentes policiales y médicas.

Un portavoz de la Policía de la capital, Masudur Rahman, ha indicado a AFP que la Policía ha hecho uso de granadas de gas lacrimógeno, de cañones de agua y de balas de caucho para intentar dispersar al menos a 70.000 personas que se concentraban en un distrito comercial importante.