Enlaces accesibilidad

MANIFESTA 12 Palermo: El jardín planetario. Cultivar la coexistencia

Emisión 22 de octubre de 2018 · La 2

Por
Metrópolis - Manifesta 12 Palermo

Metrópolis ofrece un recorrido por Manifesta 12 que se inauguró el pasado mes de junio en Palermo bajo el título El jardín planetario. Cultivar la coexistencia.

La bienal nómada Manifesta se fundó en 1993 en Rotterdam con el objetivo de reflexionar, por medio del arte, sobre la nueva situación a la que se enfrentaba Europa después de la caída del Muro de Berlín. A lo largo de sus 25 años de existencia, Manifesta ha trabajado para establecer lazos entre artistas internacionales y las diversas ciudades europeas que han acogido el evento. En el caso de Palermo fue precedido por meses de intensa investigación sobre el actual tejido sociocultural de la ciudad, realizada en colaboración con instituciones y organizaciones locales, y publicada bajo el título Palermo Atlas. Una de las conclusiones del estudio fue la necesidad de abrir Manifesta a aportaciones de agentes procedentes de otras disciplinas. Por este motivo la concepción y dirección de la presente edición no fue encargada a un comisario sino a un equipo multidisciplinar de “mediadores creativos”, compuesto por los arquitectos Ippolito Pestellini Laparelli y Andrés Jaque, la periodista y realizadora de documentales Bregtje van der Haak y la comisaria de arte contemporáneo Mirjam Varadinis.

Debido a su posición geográfica en el centro del Mediterráneo, Palermo siempre ha sido un nudo de flujos migratorios de personas, mercancías, información o especies animales y vegetales. Fundada hace casi tres milenios por los fenicios, ha sido gobernada por griegos, árabes y normandos, entre otros, cuyo paso acabó convirtiéndola en una ciudad donde arquitectura, naturaleza y cultura son el resultado de un sincretismo milenario, al que se suma ahora la influencia de las llegadas recientes de personas procedentes de África y Asia. Debido a estas circunstancias específicas, el equipo de Manifesta 12 considera que Palermo es un lugar privilegiado para reflexionar sobre las tensiones y problemáticas actuales como son la crisis de los refugiados, el cambio climático o el turismo de masas. El lema de la bienal está inspirado en la flora de Palermo, en su práctica totalidad resultado de importaciones y polinizaciones cruzadas de plantas procedentes de todo el mundo, y en el concepto del mundo como “jardín planetario” propuesto por el filósofo y botánico Gilles Clemént en 1997.

Frente a otras bienales, la mayoría de los proyectos que conforman Manifesta son encargos especiales, trabajos realizados para lugares específicos, muchas veces en colaboración con habitantes de la ciudad. Su principal objetivo no consiste en atraer a un público internacional masivo, sino en aportar algo a la ciudad y a sus ciudadanos.

Según los organizadores, el 70% de los proyectos, aquellos que se desarrollan en colaboración con centros educativos y asociaciones locales, no son visibles al visitante de fuera. También han optado por no trabajar con instituciones artísticas establecidas, sino en recuperar espacios con fuerte carga histórica y simbólica como el distrito Kalsa, antiguo barrio árabe convertido en foco de pobreza y delincuencia en décadas recientes. En su centro se encuentran la Piazza Magione, fuertemente bombardeada en 1943, donde se celebró la inauguración, y el emblemático Teatro Garibaldi, sede central de Manifesta 12. Las tres exposiciones con mayor número de obras se albergan en los impresionantes palacios Butera, Ajutamicristo y Forcella De Seta, normalmente cerrados al público.

MANIFESTA 12 Palermo: El jardín planetario. Cultivar la coexistencia.

anterior siguiente
13 Fotos 1 / 13 ver a toda pantalla

Los proyectos expositivos de Manifesta 12 Palermo están organizados en tres grupos temáticos titulados Garden of Flows, Out of Control Room y City on Stage.

Garden of Flows

Las obras agrupadas en Garden of Flows (Jardín de los flujos) indagan en la relación del ser humano con la naturaleza, una naturaleza ya alterada por el cambio climático que está transformando territorios enteros y que, en algunos lugares concretos incluso se ha vuelto tóxica. Los trabajos presentados en este grupo se distinguen por su diversidad y por sus enfoques poco habituales. En el Orto Botanico se pueden ver Foreign Farmers (2018), el resultado de una larga investigación del antropólogo Leone Contini sobre las variedades de calabaza traídas a Italia por migrantes, algunas de las cuales se desarrollan mejor que las autóctonas; Lituation (2018), instalación con la que Lungiswa Gqunta invoca el jardín como espacio de rituales sagrados, pero también de explotación y rebelión; The Drowned World (2018), una invitación de Michael Wang a asomarse por el borde del Orto Botanico, donde, alrededor de una fábrica de gas de carbón en ruinas, se está produciendo una atmósfera tóxica y una vegetación similares a las previas a la vida humana, que sólo fue posible después de que aquellas plantas absorbieran el carbono de la atmósfera; y Pteridophilia (desde 2016), un video de Zheng Bo medio escondido en un bosque de bambú, que propaga el movimiento eco-queer para expandir nuestra imaginación y convivir de forma más inteligente con nuestro planeta.

En el Palazzo Butera se puede ver Night Soil Trilogy (2014) de Melanie Bonajo, otro video que también trata sobre el deseo de renovar los lazos con la naturaleza por parte de la sociedad occidental cada vez más desconectada de la misma. Uriel Orlow desarrolla, en la compleja videoinstalación Wishing Trees (2018), relatos actuales en torno a tres arboles sicilianos de gran carga simbólica; siendo uno de ellos un ciprés plantado en el siglo XVI por San Benedetto il Moro, hijo de esclavos africanos que se convirtió en el primer santo negro de la Iglesia Católica y en patrón de Palermo. El dúo de artistas Fallen Fruit presentan su Theatre of the Sun (2018), un mural que muestra las frutas comestibles que se encuentran en Palermo y un mapa con el emplazamiento de los árboles frutales plantados en espacios públicos de la ciudad. Y Renato Leotta presenta con Giardino (2018) una Intervención en el suelo de una de las salas del palacio, que sugiere la caída de frutas maduras para evocar las economías agrarias que permitieron la construcción del mismo.

En el Giardino dei Giusti, el dúo de arquitectos Cooking Sections proponen, bajo el título What Is Above Is What Is Below (2018), un método de riego en seco inspirado en los tradicionales “giardini panteschi” y diseñado para crear un microclima por medio de materiales de construcción.

Out of Control Room

El apartado Out of Control Room (La sala Fuera de control) reúne trabajos en torno a los flujos planetarios, tanto físicos como digitales. Estos últimos se caracterizan por escapar al control no solo de la sociedad civil, sino también de sus gobiernos. En el Palazzo Ajutamicristo se pueden ver proyectos que exploran las redes digitales, intentando hacerlas visibles y accesibles para la sociedad. Inspirándose en los frescos que crean la ilusión de ver el cielo en los techos de muchos de los palacios de la ciudad, Richard Vijgen presenta Connected By Air (2018), una proyección en tiempo real de todos los objetos y datos que pueblan el cielo sobre Palermo sobre el techo de una de las salas. Filippo Minelli presenta, con Across The Border (desde 2010), una instalación compuesta por banderas creadas por personas de zonas relacionadas con Palermo por la migración o por Internet, que suplantan su habitual simbolismo de fronteras y exclusión por un mensaje de conexión e intercambio. Steel Rings (desde 2013) de Rayyane Tabet invita a una reflexión sobre los cambios geopolíticos en Oriente Medio a partir del oleoducto estadounidense TAPline, que transportó petróleo de Arabia Saudí a Israel entre 1950 y 1983. Lydia Ourahmane expone su instalación sonora The Third Choir (2014), la primera obra de arte que, después de una ardua negociación, salió de Argelia desde la entrada en vigor de la legislación postcolonial sobre el patrimonio cultural en 1962. Bajo el título It Began As a Military Experiment (2017), el artista y activista Trevor Paglen presenta una selección de fotografías tomadas por el ejército estadounidense para desarrollar tecnologías de reconocimiento facial. Y Tania Bruguera ha reunido, en la instalación Article 11 (2018), documentación sobre 10 años de lucha del colectivo de activistas NO-MUOS contra el sistema de comunicación global MUOS (Mobile User Objective System) instalado en la base militar y centro de operaciones con drones de la marina estadounidense inaugurada en 2016 en Niscemi a pesar de la oposición de la población.

En la Casa del Mutilato, un monumento a los inválidos y mutilados de guerra inaugurado en 1939, se encuentra instalada la proyección Unending Lightning (desde 2015) de Cristina Lucas, que cartografía las muertes de civiles causadas por bombardeos desde el primero que tuvo lugar en 1911 durante la guerra ítalo-turca. En el Palazzo Forcella de Seta se puede ver la videoinstalación Signal Flow (2018), un segundo trabajo sobre el impacto de la base militar estadounidense de Niscemi sobre la población y la naturaleza, creada por Laura Poitras en colaboración con cinesastas locales. El resto de obras expuestas en esta sede gira específicamente en torno al desplazamiento de personas. En Untitled (Near Parndorf, Austria) (2018), John Gerrard muestra el tramo de carretera donde, en 2015, fue encontrado un camión abandonado en cuyo interior se hallaron 71 refugiados muertos por asfixia, para rescatar este trágico acontecimiento del olvido. Liquid Violence (2018) presenta los resultados reunidos desde 2011 por la investigación del colectivo Forensic Oceanography en torno a las políticas migratorias de la Unión Europea en el Mediterráneo. Con The Soul of Salt (2016), que consiste en una enorme montaña de sal y un video, Patricia Kaersenhout recuerda la vieja leyenda sobre cómo la abstinencia de comer sal permitiría a los esclavos levantar el vuelo y volver a casa. Y Peng! Collective se ha inspirado para su iniciativa Fluchthelfer.In Become an Escape Aid Agent (desde 2015) en los “agentes de huida”, personas que ayudaron a otras a pasar la frontera entre las dos Alemanias durante la Guerra Fría, e invita a la población civil a ayudar a los migrantes a pasar las fronteras internas de Europa.

City on Stage

Los proyectos agrupados en City on Stage (Ciudad en escena) tienen un fuerte componente performativo y a la ciudad como protagonista. Varias de las obras parten de tradiciones religiosas como la popular procesión de Santa Rosalía, patrona de la ciudad, para escenificar el sincretismo que caracteriza el Palermo del presente. Así el Festival of the Earth (Alaraagbo XIII) (2018) propuesto por Jelili Atiku consistió en una procesión-performance donde se fusionaban creencias y tradiciones locales con mitos, leyendas y creencias de los Yoruba y de África Occidental en torno a las plantas y la tierra; y Matilde Cassani realizó, con Tutto (2018) una fiesta-performance inspirada en tradiciones del barroco siciliano reivindicando la celebración como herramienta para representar un complejo sistema político, social y cultural. La documentación de ambos eventos se expone en el Palazzo Costantino, donde se encuentra también estacionado el Videomobile (2018) del colectivo MASBEDO, un laboratorio móvil que funciona como estudio de producción audiovisual, superficie de proyección y escenario de performances en torno a la historia de la ciudad y sus habitantes.

En el Teatro Garibaldi, sede de Manifesta, también se exponen proyectos de este apartado como Viva Menilicchi! (2018) de Wu Ming 2 + Wu Ming Foundation, que propone una confrontación con la historia colonial italiana a partir del eslogan de una manifestación con la que socialistas y anarquistas celebraron, en 1896, la victoria de las tropas del Negus Menelik II sobre el ejército italiano en varias ciudades italianas, entre ellas Palermo. En la vecina Chiesa SS. Euno e Giuliano se pueden ver retratos de algunas de las personas que participaron en la procesión-performance Palermo Procession (2018) organizada por Marinella Senatore para realzar la importancia de comunicar y compartir, en este caso andando, bailando, cantando y ejecutando rituales religiosos y profanos en comunidad. Otros proyectos enfocan espacios concretos como es el caso de New Palermo Felicissima (2018) de Jordi Colomer, una videoinstalación en la Fondazione “Casa Lavoro e Preghiera” di Padre Messina, que recoge una sugerente mezcla entre visita turística y procesión de ciudadanos de Palermo por la Costa Sud para conmemorar, a través de textos de Roberto Alajmo, la cambiante historia de esta zona marginal.

---

Manifesta 12 Palermo está abierta al público hasta el 4 de noviembre.