''Yo confieso', el nuevo libro de Jaume Cabré

Miradas 2

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No tengo ninguna duda que el nuevo libro del escritor Jaume Cabré Yo confieso se convertirá en uno de los fenómenos de la temporada, no sólo en número de ventas sino también en consideración literaria.

Cabré no es un escritor prolífico, su anterior novela Las voces de Pamano se publicó en 2.004 aunque la versión en castellano no apareció hasta 2.007. En esta ocación no ha sido así, ya que han salido ambas versiones a la vez, hace escasas dos semanas, y se han publicado segundas ediciones.

Ustedes se preguntarán como estoy tan segura de que se va a convertir en un fenómeno literario. Pues muy fácil, he leído la novela y su contenido atrapa. Alguien ha comparado a Cabré con Thomas Mann y yo creo que no es esta una comparación descabellada. Como Mann, Cabré es detallista y ambicioso, en el sentido de ambicionar una gran obra, en la que no se ahorrea en personajes, tramas y situaciones que trascienden el tiempo y el espacio. Yo confieso está ambientada en la Barcelona posterior a la Guerra civil pero nos va llevando a distintos lugares de Europa y a distintas épocas, transita nada menos que por 6 siglos siguiendo el recorrido de un violin de coleccionista, desde que alguien selecciona la madera para construirlo, hace 600 años, hasta que cae en manos del protagonista, Adriá Ardévol. El trayecto, entre un punto y otro, es tortuoso y muy accidentado.

Partiendo pues de esta trayectoria se podría decir que Europa, su historia durante estos 6 siglos, constituye la base argumental de Yo confieso. Pero hay más. Es también un tratado sobre la maldad, una lamentable característica de nuestra Europa durante bastantes siglos. Maldad y crueldad que Cabré centra en la Inquisición y el nazismo pero que él mismo reconoce que no es exclusiva ni de Europa ni tampoco de esas dos épocas concretas.

Los sentimientos juegan igualmente un gran papel en esta novela. El sentimiento de culpa, la existencia o no del mismo, la amistad y la traición, el amor y el desamor. El protagonista, al que seguimos desde niño y hasta la edad adulta, crece solo y sin el cariño de sus padres. Su padre es un coleccionista y anticuario que quiere convertir a su hijo en un humanista, eso lo consigue, y todo lo demás le importa muy poco. Y su madre es también una mujer calculadora y fría que, por ejemplo, jamás le da un beso a su hijo.

Es tan prolijo el contenido de esta obra que lo lógico es pensar que Jaume Cabré es un perfeccionista y por eso necesita tanto tiempo para publicar una nueva novela. Pues no, esa no es la razón, es mucho más simple. En la entrevista que le hice para el programa Miradas 2 me dijo que sencillamente lo pasa estupendamente escribiendo y que hasta que no siente que los personajes lo han contado todo no da la obra por terminada. Es como si los personajes adquirieran vida propia, en cierta forma la deben adquirir. Es entonces cuando ellos son los que deciden que quieren contar y hasta donde quieren contar.

En resumen, una magnifica novela que seguro que puede agradar en otras partes de Europa, como por ejemplo Alemania, donde Cabré es ya bastante conocido, o Italia, donde también trascurre parte de la novela.