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Premios Metrópolis - VAD 2009

Emisión 25 de octubre de 2009 · La 2

Por
El tránsito
El tránsito

Siguiendo en su línea de colaboración con festivales audiovisuales de ámbito nacional iniciada en marzo con los premios ZEMOS98, Metrópolis emitió los trabajos premiados por el programa en la séptima edición del VAD -Festival Internacional de Vídeo y Artes Digitales-, celebrado del 15 al 25 de octubre en Girona bajo el lema de "Imagina un futuro (im) posible".

Se trata de tres piezas que fueron seleccionadas de entre las 28 obras de la sección oficial de trabajos monocanal del festival, tanto por su calidad y originalidad como por reflejar de modo extraordinario el tema de esta reciente edición del VAD. Partiendo de un fenómeno del presente, Elías León Siminiani (Donosti, 1971) desarrolla en El tránsito una teoría conspirativa sobre los atascos provocados por el traslado que miles de personas efectúan diariamente entre su casa y el lugar donde trabajan. Esta, en palabras del autor, "versión oficial (y clasificada) de la hora punta y sus consecuencias en la vida del hombre moderno", es la cuarta entrega de su serie de videoensayos Conceptos clave del mundo moderno que proyectan un futuro marcado por el control y la manipulación.

Vortice Remixer de Marcelo Fica (Chile, 1971) confronta los ritos diarios de Sarah, una azafata que vive en un apartamento piloto, y de Pablo, quien trabaja en la calle, para reflexionar sobre algunas de las contradicciones que caracterizan el mundo contemporáneo. El individuo frente a la producción masiva y el contraste entre el ideal de vida y la realidad cotidiana se muestran invirtiendo el orden clásico de la narración visual: el fondo visual se convierte en personaje y los personajes en fondo escenográfico.

El cortometraje de ficción experimental El errante nos presenta un futuro que todo el mundo quiere concebir como imposible: el de después de una Tercera Guerra Mundial que sólo ha tardado dos horas en convertir en Nada a la Tierra. David Yáñez (Cáceres, 1982) transmite este escenario desolador y el espíritu fatalista -resultado de la soledad y la desesperación- de forma muy directa, pero no exenta de toques poéticos y guiños irónicos.