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Paul Pope busca en España nuevas fuentes de inspiración para sus cómics

  • El dibujante ha participado en el Salón del Cómic de Getxo (Bizkaia)
  • Actualmente está acabando la segunda entrega del cómic Battling boy

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Viñeta de 'Battling Boy', de Paul Pope
Viñeta de 'Battling Boy', de Paul Pope

El dibujante estadounidense Paul Pope, autor de cómics como "Batman año 100" o el del superhéroe "Battling boy", ha confesado en Barcelona que se encuentra estos días en España buscando "nuevas fuentes de inspiración" para sus obras.

Pope (Filadelfia, 1970) ha dicho que actualmente está acabando la segunda entrega de "Battling boy" y, de hecho, en estos días ha estado haciendo algunos dibujos, encontrándose con algunos amigos que tiene en España y "viendo nuevo arte que sirva de fuente de inspiración".

Aprovechando su reciente participación en el Salón del Cómic de Getxo (Bizkaia) ha aprovechado para ver la exposición de Francis Bacon en el Guggenheim de Bilbao. "Creo que su estilo se ajusta bastante a la línea que estoy trabajando. Hasta ahora, me había alimentado de Moebius, Jack Kirby y Miyazaki, pero ahora estoy preparado para beber de otras fuentes", ha señalado.

"Hay una cinemadependencia en el mundo del cómic"

Preguntado por lo que han representado Kirby y Moebius en su creación, Pope señala que "se trata de dos creadores con un estilo muy potente, con grandísima imaginación", y ha asegurado que se siente "atraído por personas con fuerza y gracia", elementos que intenta sintetizar en su nuevo héroe y también en el universo de la historia.

Reconoce Pope que el cómic vive una época dorada gracias al cine, pero "sólo en términos económicos", porque en la creatividad e innovación no tiene la sensación de que el cine aporte algo más allá de nuevos públicos.

Hay, añade, una "cinemadependencia" en el mundo del cómic, pero se pueden distinguir dos ramas: "Un cómic económico/popular que tiene que ver con superhéroes como Batman o Superman, y otra tipología de cómic en la que hay más creatividad. La primera, de la mano del cine, hace que el cómic sea más popular".

El dibujante Paul Pope en Barcelona
El dibujante Paul Pope en Barcelona

El dibujante Paul Pope en Barcelona EFE/Marta Pérez

"Soy como un compositor de jazz"

Sobre su participación en cómics de superhéroes, Pope comenta que ve su trabajo como si fuera un compositor de jazz: "Partes de una composición clásica pero la puedes interpretar de distintas maneras siempre que mantengas la estructura y el núcleo de la pieza; y con Batman, por ejemplo, hay unas características que definen al personaje y, mientras tengas claro el objetivo concreto, a partir de ahí se puede añadir otros elementos".

Esa misma libertad es la que aplicó en algunos dibujos que hizo para "Star Wars" (La Guerra de las Galaxias) y que formaron parte de una edición especial. "Hablé con George Lucas y compró algunos de mis dibujos porque le gustaba mi estilo y quiso ver cómo adaptaba la historia original a mi estilo", ha rememorado.

En un panorama internacional del cómic en el que el manga japonés se ha hecho prácticamente con todo el mercado, Pope, que también ha trabajado para el manga, considera que "siempre se tendrá que tener en cuenta a clásicos como Hugo Pratt, Frank Miller o Moebius, porque están en la base, aunque puedan ser percibidos como anticuados, lo mismo que sucedería en el cine con John Ford".

Pope ha revelado que "Battling boy" tiene una base autobiográfica: "Mi hermana y yo crecimos con mis abuelos, que estaban muy ocupados y después de la escuela hacíamos actividades y estábamos solos, y aunque no éramos huérfanos, estábamos lejos de nuestros padres".

El protagonista de "Battling boy" se inspira, ha precisado, en su sobrino, que también vivió así. "Como mi sobrino o lo que nos pasó a nosotros, hay muchos chavales que se identifican con esa idea de soledad, y con la idea de no saber si actúan bien o no por no tener cerca un referente".

A pesar de que en un primer momento quiso explicar una historia que fuera la que el lector de 12 años que él fue le hubiera gustado, al final la historia ha gustado a un público más amplio de lo que imaginó, "seguramente porque todos hemos sido niños y guardamos esa parte del pasado".