Salvando la hoz del río Huécar y comunicando el convento de San Pablo con el casco urbano, levanta su peculiar estructura metálica de hierro el puente de San Pablo, elemento insustituible del conjunto urbano y paisajístico de la ciudad. El mismo valor fundamental como elemento principal del entorno paisajístico conquense tiene el conjunto formado por el Convento y la Iglesia de San Pablo. Las obras de la Iglesia comenzaron en 1523 y dieron lugar a una iglesia con planta de cruz latina y un interior de estimable altura con hermosas columnas y una bellísima cubierta de tracería gótica tardía. Del volumen exterior, donde destaca la calidad de la piedra y la composición volumétrica, sobresale la magnífica portada del siglo XVIII de estilo churrigueresco-rococó, de sorprendete diseño y atrevida composición arquitectónica. El edifico conventual, hoy recuperado como Parador, aporta su sobriedad y su digna composición volumétrica, que gira en torno a un claustro interior. En San Pablo nos encontraremos los días 21 y 22 en directo y el 17 en leve diferido (dos horas y media después) por coincidir con un concierto de Euroradio.