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José Sacristán: "Soy una tonadillera frustrada, me hubiera gustado ser Doña Concha Piquer"

  • El actor estrena el día 17 El loco de los balcones en El Español
  • Escucha la entrevista, un repaso a toda su trayectoria

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Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García - Con José Sacristán: José Sacristán, 'El loco de los balcones' de Vargas Llosa

El Español estrena el 17 de septiembre El loco de los balcones, una obra de Mario Vargas Llosa que sobre las tablas protagoniza José Sacristán.

"Este personaje existió de verdad y Mario lo conoció. Fue un florentino que llegó a Perú y se volvió loco con la cultura colonial y emprendió una batalla casi quijotestca de las balconadas coloniales y de todo lo que suponía el patrimonio artístico de la colonia", ha explicado el veterano actor en Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García.

Con la excusa de este nuevo trabajo en el teatro, Ciudadano García ha charlado con el actor que está a punto de cumplir 77 años, para repasar juntos su trayectoria.

A Sacristán, que no le hubiera importado ser James Stewart, le metió el gusanillo de la actuación en el cuerpo su primera visita al cine. Al más puro estilo Cinema Paradiso su primo Benancio le llevó a ver una película en la gran pantalla y lo que sintió fue "auténtica fascinación".

Las películas por entregas son las primeras que recuerda "hasta mucho después yo no supe que aquello era un oficio, yo pensaba que los protagonistas se morían de verdad".

Cuando descubrió que había alguien que daba vida a esos personajes, él tuvo claro que quería interpretar. "Mi profesión no es nada más y nada menos que hacer creer que soy quien no soy. Creo que tiene una connotación de un intento de vencer a la muerte y no perder de vista el crio que uno fue, de jugar a ser otros. Me hubiera dedicado a esto contra viento y marea".

Y eso que llegar a ser uno de los actores más querios en España y fuera de nuestro país (en Argentina le adoran) no ha sido un camino de rosas, "por eso tengo además un particular afecto por el crío que fui porque no le fue fácil dedicarse a esto de contar historias", asegura.

Reconoce que el ejercicio de la profesión de actor en este país "da para lo que da, y desde luego no da para volverse tonto así que si lo haces, si te vuelves tonto, es patético. Lo único que me permito es el lujo si no de elegir sí de rechazar" (se refiere a los papeles que interpreta).

Ha interpretado muchas veces a Don Quijote pero confiesa que se siente más Sancho Panza, "soy 'sanchopancista' entre otras cosas porque vengo de una familia de labradores". No olvida sus orígenes: "Soy lo que soy gracias a de donde vengo y lo que he sido y lo que pueda o no pueda ser tiene que ver con lo que voy siendo y he sido".

Una tonadillera frustada

En El hombre de La Mancha le vimos cantar junto a Paloma San Basilio. Sobra decir quien hacía los graves y quién los agudos, aunque el actor asegura que hubo una época en la que fue tenor ligero.

"Imitaba a Antonio Molina y lo hacía muy bien, aunque sobre todo he sido una tonadillera frustada me hubiera encantado ser Doña Concha Piquer y Doña Juana Reina. Hay idiotas que miran a la copla por encima del hombro y desprecian este género, pero es una auténtica joya". El arte del canto lo heredó de sus padres "que cantaban muy bien flamenco".

También fue un precursor en el destape entre los actores masculinos, "sí, fui de los primeros en enseñar el culo".

En general, para todo en su vida, dice no presumir de dignidades "procuro estar al tanto de ellas, de las dignidades, de no faltarme al respeto".

Reclama el derecho a equivocarse y a decir tonterías y reconoce que en ocasiones "tiene cara de acelga", pero no es más que un mecanismo de defensa. "Mi gran maestro en esto fue Fernando Fernán Gómez, y más tierno que él no lo había, pero en un momento dado no hay más remedio que sacar la artillería".

Le honra haber sido amigo de Fernán Gómez y de Alfredo Landa, "fueron dos grandes amigos, dos grandes actores y dos grandes personas".

Tiene un cine en su casa con seis butacas, dos del Teatro Español, dos del Reina Victoria, dos del Teatro de la Comedia y dos del Teatro Circo de Albacete y también un reclinatorio para ver las pelíuculas de Mankiewicz porque Eva al Desnundo no se puede ver sentado, hay que verla de rodillas".

Confiesa que como actor lo que más teme es perder la memoria "hasta ahora tengo la suerte de que todo va bien pero si me pasara, cuando advierta que la máquina no está suficientemente engrasada yo me retiraría".

Cuando acabe en El Español seguirá rodando Vuelta a casa, también participa en el Festival de San Sebastián con Murieron por encima de sus posibilidades y Magical girls y continúa en la nueva temporada de la serie Galerías Velvet.