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El Museu Nacional d'Art de Catalunya homenajea a 'El Víbora' por su 40 aniversario

  • Antoni Guiral, comisario de la exposición, asegura que: "Nos hace falta un nuevo 'El Víbora'"
  • Podrá visitarse del 21 de junio al 29 de septiembre

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La revista 'El Víbora' cumple 40 años y lo celebra con una exposición

En diciembre se cumplirá el 40 aniversario de la revista El Víbora (Ediciones La Cúpula), la más importante, influyente y longeva del boom del cómic adulto de los años 70 y 80. Con ese motivo, el Museu Nacional d’Art de Catalunya y Ficomic ofrecerán la exposición El Vibora. Comix contracultural, que podrá visitarse del 21 de junio hasta el 29 de septiembre, y que está comisariada por Antoni Guiral.

La exposición es un homenaje a la revista y a sus autores –asegura Guiral-. Está dividida en cuatro partes y empezamos con una introducción sobre el comix underground norteamericano y cómo llegó a España. Y a partir de ahí vemos cómo se llega a la publicación de El Víbora".

En cuanto a las piezas de la exposición, destacan los originales, como nos comenta Guiral: “Hemos hecho una selección de 38 obras originales de diversos autores y, sobre todo, hemos incidido en los primeros años de El Víbora, porque lo que más nos interesa es ese aspecto contracultural y underground de la revista. Autores y obras concretas que aportan cosas especiales a la revista”.

Entre esos originales encontraremos obras míticas: “Tenemos un Anarcoma de Nazario -afirma Guiral-; dos páginas de Gustavo, de Max, que pertenecen a uno de los especiales más importantes de la revista, el del golpe del 23F; la historieta completa El museo, de Calonge y Mediavilla; piezas de Laura, Pons, Isa Feu, Mariscal, Martí… como una portada de Taxista que casi no se ha visto en España porque la hizo para la edición norteamericana…”

Max. Original para la cubierta del núm. 13 de El Víbora, 1980. Ediciones La Cúpula. © Max, VEGAP, Barcelona, 2019

Casi cien portadas

“Aparte -continúa- hay una selección de casi 100 portadas en la que se puede ver la historia de la revista. También tenemos bastantes publicaciones y una amplia muestra de documentos, como fotografías, algunas de ellas muy curiosas y que explican el ambiente de la época. Y dos documentales: Comix para superviventes, que es la historia de El Víbora, y un documental sobre el Rrollo enmascarado (una publicación precursora de El Víbora) que hizo tve”.

Además, habrá actividades paralelas: “En septiembre haremos dos mesas redondas con autores de El Víbora -asegura Guiral-, aunque todavía no las hemos cerrado”.

Por cierto que conseguir los originales no ha sido fácil. “Hemos contactado con algunos de los autores, sus herederos o sus representantes -asegura Antoni-. No sé si hay un mercado de coleccionistas de originales de El Víbora pero sí sé que hay particulares y entidades que los atesoran, como el Archivo Lafuente. Pero yo en el mercado de compra venta de originales no he visto de El víbora”.

¿Por qué seguimos acordándonos de ‘El Víbora’?

En una época en la que decenas de revistas de cómics coparon los kioskos,… ¿por qué seguimos acordándonos de El Víbora? “El Víbora fue una renovación absoluta –asegura Antoni-. En 1979 empezaba a ser el momento álgido de las revistas para adultos y aportó cosas radicalmente distintas. Eran historietas rompedoras, contraculturales y, sobre todo, libres, que procedían del espíritu underground. Historietas que además nos hablaban de la calle, del día a día, de lo que pasaba en nuestra sociedad. Y creo que eso impactó mucho en los lectores”.

“También –continúa- destacaría que El Víbora fue la cuna de una serie de personajes que calaron muy hondo, como Gustavo (Max) o Anarcoma (Nazario). Historias y personajes que nos marcaron, porque nos sorprendieron. No fue la primera revista porque el comix ya se publicaba en España desde 1973 pero de forma subterránea, en ediciones de pocos ejemplares que se vendían bajo mano. Y la primera que lo publicó de manera comercial fue la revista Star. Pero sí fue la más importante".

"El Víbora nos sorprendió porque no ofrecía historietas de género, sino historias cotidianas relatadas a la manera de sus autores. Era un cómic bastante social, con temas y personajes que nunca se habían visto en los tebeos” -afirma Guiral-.

'El Víbora', 25 años de cómic

“Además -añade- nos sorprendió por su frescura y por sus dibujos, que eran muy distintos. Todo eso nos marcó; y cuando citas El Víbora a una persona de más de 30 años, se le encienden las lucecitas, porque todo el mundo la recuerda. No olvidemos que, en su momento, El Víbora fue la revista de cómics más vendida de toda España (80.000 ejemplares mensuales)”.

“Me gustaría destacar –concluye Guiral- que El Víbora nació gracias a una brillante idea de Josep María Berenger y que fue posible por la financiación de Josep Toutain, dos nombres míticos del cómic español”.

De todas las revistas de cómic nacidas en la transición, El Víbora, fue la más longeva (sólo superada por El Jueves) ya que se editó durante 25 años consecutivos (1979-2005), publicándose 300 números y varios especiales.

Marta Guerrero. Dolores sus labores. Original para el sumario del núm. 138/139 de El Víbora, 1991. Ediciones La Cúpula

¿Qué queda de la contracultura?

Goma-3, ese iba a ser el explosivo título de la revista, e incluso se conserva una prueba tipográfica sobre la mítica primera portada de Nazario. Pero las autoridades no lo aceptaron por su similitud con el explosivo usado por ETA en sus atentados (Goma-2). En sus primeras portadas también llevaba el lema ‘Comix para supervivientes’. Por eso comix y contracultura figuran en el título de esta exposición.

Yo creo que ya no existen ni el Comix ni la contracultura –asegura Guiral-; ya que forman parte de un tiempo y un movimiento muy concretos en el que había que general algo muy distinto de la cultura oficial. Es un movimiento muy largo que se inició en EE.UU., a partir del movimiento literario conocido como Beatnik. Lo que hace la contracultura es forjar una nueva cultura que podríamos llamar underground o alternativa, que es más rompedora y libre, y que lo que quiere es romper con los convencionalismos y abrirse al mundo real para explicar cosas que hasta ahora no se habían podido explicar”.

Nazario. Original para la cubierta del núm. 1 de El Víbora, 1979. Ediciones La Cúpula. © Nazario, VEGAP, Barcelona, 2019

En cuanto al término “comix”, que también aparece en el título de la exposición, Antoni nos comenta: “Es un término asociado al cómic underground norteamericano que nació en los años 60 y al que se le puso la “X” para diferenciarlo de los tebeos normales. En Estados Unidos fue un movimiento determinante porque los tebeos eran casi únicamente comic-books y encima estaban sometidos a la férrea censura del Comics Code Authority”.

“Los jóvenes autores de la época querían romper con eso-, no someterse a ningún tipo de censura, y por eso añadieron la X. Esos comix y esa x llegaron aquí en 1973 con el Brollo enmascarado y a partir de ahí se genera ese tipo de historieta que asume El Víbora como suyo”.

Portada de un número de 'El Rrollo enmascarado', revista precursora de 'El Víbora'

”El comix –concluye Antoni- fue el inicio de una evolución que luego continuaría con el cómic alternativo, que es lo que está funcionando ahora. Fue fundamental porque sentó las bases de una revolución dentro del cómic”.

“Ahora sería imposible una revista como 'El Víbora'”

En cuanto a si actualmente sería posible que se publicase una revista como El Víbora, Antoni Guiral asegura que: “Simplemente no. Porque ahora estamos en el momento más álgido de lo políticamente correcto. Se publican reediciones y en principio no hay problema, pero si fuese material nuevo, creo que los editores se lo pensarían mucho”.

Mariscal. Una noche particular. Original para el núm. 65 de El Víbora, 1985. Ediciones La Cúpula. © Mariscal, VEGAP, Barcelona, 2019

Pero Guiral opina que actualmente nos haría falta una revista como El Víbora: “Sí. En estos momentos de excesiva corrección política es cuando hace más falta algo que nos despierte la mente y que nos diga que hay otras cosas”.

El Víbora es la más revista famosa de la época, pero hubo otros títulos míticos, por eso preguntamos a Antoni cuáles cree que merecerían una exposición similar a esta: “Yo creo que muchas, pero sobre todo la que lo inició todo, en 1977, que es Totem, una publicación que nos descubrió muchos cómics europeos de los años 60 y 70; también Cairo, que tenía una línea muy propia; Cimoc, con sus cómics de aventuras; y, por supuesto, 1984-Zona 84, que fue una de las primeras”.

Martí. Cubierta del núm. 35 de El Víbora, 1982. Ediciones La Cúpula