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Derrumbe en Italia

Génova acoge el funeral de Estado por las víctimas del derrumbe del viaducto, que ascienden a 43

  • Familiares de 19 fallecidos han decidido no participar en las exequias por considerarlas una "farsa"
  • En las últimas horas han recuperado cuatro cadáveres y además ha fallecido uno de los heridos

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Génova acoge el funeral de Estado por las víctimas del derrumbe del viaducto

La ciudad italiana de Génova ha acogido este sábado el funeral de Estado por las víctimas del derrumbe de un viaducto, que ascienden a 43 después de que en las últimas horas los equipos de rescate hallan encontrado entre los bloques de hormigón un vehículo con tres cadáveres en su interior -una pareja y su hija de nueve años- y a otro ciudadano genovés. Además ha fallecido uno de los heridos, Marian Roca, un conductor rumano de 36 años.

Protección Civil indican que no habría más personas entre los escombros, después de que un alemán que había sido dado como desaparecido contactara con las autoridades italianas.

El funeral, oficiado en uno de los pabellones del recinto ferial de la ciudad, se ha celebrado con polémica ya que familiares de 19 de los fallecidos han declinado asistir por considerarlo "una farsa" y han optado por una ceremonia privada.

Al acto, en el que se ha pedido justicia, han asistido el presidente de la República, Sergio Mattarella, el primer ministro, Giuseppe Conte, los vicepresidentes Luigi di Maio y Matteo Salvini y otros representantes del Gobierno.

Varias nacionalidades

En el pabellón, cubiertos por coronas de rosas blancas, se habían depositado los féretros de 19 de las víctimas, entre ellos el ataúd blanco del niño de 8 años que falleció junto a sus padres.

Sobre algunos de los féretros se depositaron las banderas de los países de origen de las víctimas, ya que en el siniestro además de italianos han muerto cuatro jóvenes franceses, dos albaneses, tres chilenos, un peruano y un colombiano. Este sábado se suma el rumano que estaba herido.

Al lado de los ataúdes se encontraban los familiares que recibieron las palabras de consuelo de Mattarella, y también estuvieron presentes para manifestar su cercanía los jugadores de fútbol de los dos equipos de la ciudad, el Génova y el Sampdoria.

Aplausos para los bomberos

Con un fuerte aplauso recibieron las cerca de 5.000 personas que se congregaron en esta ceremonia a algunos de los miembros de los equipos de bomberos que desde el martes excavan sin pausa para extraer a los fallecidos y que siguen haciéndolo ya que se busca a una persona aún desaparecida.

Pero también fueron aplaudidos a su entrada en el pabellón los miembros del Gobierno que ha decidido tras el accidente revocar la concesión de gestión de las carreteras italianas a Autostrade per L'Italia.

Entre los presentes también estuvieron el presidente de Autostrade per L'Italia, Fabio Cerchiai y el consejero delegado, Giovanni Castellucci, a quienes el Gobierno acusa de la tragedia por incumplir supuestamente su deber de mantenimiento del viaducto.

Ceremonias privadas para la mitad de las víctimas

Los familiares del resto de fallecidos decidieron ceremonias privadas, algunos como protesta ante un Estado que no ha protegido a las personas, como en el caso de las familias de cuatro jóvenes de Torre del Greco, una localidad en el sur de Italia.

"El puente se derrumbó. No era solo una parte importante de una autopista, sino una vía necesaria para la vida cotidiana de muchos, una arteria esencial para el desarrollo de la ciudad. Pero Génova no se rinde", ha dicho en su homilía el arzobispo de Génova, el cardenal Angelo Bagnasco.

"No queremos una ceremonia farsa", ha escrito en las redes sociales Roberto, el padre de Giovanni Battiloro, uno de los cuatro jóvenes del municipio de Torre del Greco, en Nápoles (sur), que se dirigían en coche hacia Barcelona para pasar unos días de vacaciones. "Mi hijo no se convertirá en un número en la lista de muertes provocadas por una falta de eficiencia italiana", ha añadido, al tiempo que pidió justicia.

No ha sido el único, también Nunzia, la madre de Gerardo Esposito, otro de los cuatro amigos napolitanos, ha señalado a los medios que "el Estado ha causado esto" y ha dicho que "la pasarela de políticos ha sido vergonzosa".

Salvini pide "verdad y justicia"

Bagnasco afirmó que hay "una grieta en el corazón de Génova" y que "cualquier palabra, aunque sincera, es poco frente a la tragedia". El arzobispo de la ciudad también habló de la necesidad de una "debida justicia" aunque esta tampoco pueda cancelar o restituir lo su perdido.

Bagnasco también dedicó unas palabras a las cerca 600 personas que han tenido que abandonar sus viviendas, que se encuentran bajo lo que queda del viaducto, y pidió que "no encuentren solo un alojamiento temporal sino que puedan volver a tener el calor de una casa".

"Unidos en el dolor y en la petición de verdad y justicia, determinados a no rendirnos", escribió antes del funeral en Twitter, el ministro de Interior y vicepresidente Salvini, que ha provocado la indignación de muchos tras saberse que salió de fiesta horas después de la tragedia.

Por su parte, el presidente de la República también afirmó que será necesario "esclarecer con rigor la responsabilidad" de lo que denominó "una tragedia inaceptable".

"No queremos una ceremonia farsa", ha escrito en las redes sociales Roberto, el padre de Giovanni Battiloro, uno de los cuatro jóvenes del municipio de Torre del Greco, en Nápoles (sur), que se dirigían en coche hacia Barcelona para pasar unos días de vacaciones. "Mi hijo no se convertirá en un número en la lista de muertes provocadas por una falta de eficiencia italiana", ha añadido, al tiempo que pidió justicia.

No ha sido el único, también Nunzia, la madre de Gerardo Esposito, otro de los cuatro amigos napolitanos, ha señalado a los medios que "el Estado ha causado esto" y ha dicho que "la pasarela de políticos ha sido vergonzosa".