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Arabia Saudí condena la ley estadounidense que permite demandar a su Gobierno por el 11S

  • La norma permite que las víctimas del 11S puedan demandar a Arabia Saudí
  • Obama vetó la ley, pero el Congreso anuló por primera vez el veto del presidente
  • Riad asegura que la erosión de la inmunidad soberana tendrá efectos negativos

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Imagen de archivo del ataque del 11 de septiembre de 2001 contra las torres del World Trade Center, en Nueva York.
Imagen de archivo del ataque del 11 de septiembre de 2001 contra las torres del World Trade Center, en Nueva York.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí ha condenado y expresado su malestar por la ley estadounidense que permitirá a las familias de víctimas del 11S demandar al Gobierno de Riad por sus supuestos papel en los atentados.

En el comunicado, Exteriores muestra una "gran preocupación" y asegura que la erosión de la inmunidad soberana -el principio por el que un país está exento de responder a demandas interpuestas en los tribunales de una nación extranjera- tendrá un efecto negativo para todos los estados, también para EE.UU.

La controvertida ley, aprobada por el Congreso el pasado 10 de septiembre, fue vetada por el presidente Barack Obama. Sin embargo, este miércoles, las cámaras legislativas estadounidenses propinaron un fuerte revés al mandatario y anularon su veto por primera vez en sus ocho años de mandato.

Con la invalidación del Congreso,  la Ley de Justicia contra Promotores del Terrorismo, entró directamente en vigor, por lo que ahora las familias de las víctimas del 11S podrán demandar al Gobierno saudí por daños y prejuicios.

Arabia Saudí siempre ha rechazado las sospechas que vinculan a sus autoridades con los atentados, en los que participaron 15 ciudadanos saudíes. Tras un día de pétreo silencio, Riad ha explicado que espera que el Congreso rectifique y corrija la norma, "para evitar las graves consecuencias indeseadas que pueden derivarse de ella".

Según los expertos, es poco probable que una demanda contra el Gobierno saudí tenga éxito. Sin embargo, la mera incertidumbre sobre las implicaciones legales que pueden derivar de la norma pueden afectar negativamente al comercio bilateral y a las inversiones entre los países.