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Feelgood Teatro y Fran Perea regresan con 'La estupidez' y reivindicando el valor de la cultura

  • Protagonizada también por Toni Acosta, se estrena el 16 de enero
  • La compañía lanza también una campaña para reivindicar el valor de la cultura
  • Una obra teatral de una compañía modesta, como Feelgood, movió 400.000€

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El teatro es riqueza, la campaña por la Cultura de Feelgood Teatro

Feelgood Teatro vuelve a las tablas en enero con un nuevo proyecto, La estupidez, dirigida por Fernando Soto y con Fran Perea y Toni Acosta entre los protagonistas, después del éxito de la primera obra de teatro de esta modesta compañía, Feelgood, que ha generado un movimiento económico de 400.000 euros, según los datos que manejan.

El segundo montaje de esta compañía formada por Fran Perea, Ainhoa Santamaría, Javier Márquez y Manuela Velasco, como productora, podrá verse del 16 de enero al 21 de febrero en las Naves del Español en Matadero Madrid, tras lo cual iniciarán gira, como ya hicieron con Feelgood, que les llevará a Vitoria (26 de febrero), Málaga (10 y 11 de marzo) y Barcelona (12 de abril).

La estupidez, del autor y actor argentino Rafael Spregelburd, estará protagonizada además de por Perea y Toni Acosta, por Ainhoa Santamaría, Javier Márquez y Javi Coll, que también estuvo en el anterior montaje.

La obra es una de las siete que conforman la Heptalogía de Hieronymus Bosch (El Bosco) de Spregelburd, una relectura de los siete pecados capitales del famoso cuadro de El Bosco, y que en este caso aborda el pecado de la codicia. El estreno del montaje en 2016 coincide además con la conmemoración de los 500 años de la muerte de este pintor.

La estupidez, aseguran desde Feelgood Teatro, representa, "de manera grotesca y desmesurada", la codicia y el poder del dinero como "valor absoluto de una sociedad fragmentada, disociada, que ve solamente el valor monetario en todo lo que la rodea". Sus cinco actores protagonistas se enfrentan al reto de representar a 24 personajes con el escenario de una habitación de motel de Las Vegas, importante apuesta con la que que volverán a marcar un hito en la escena teatral española, como ya hicieron con Feelgood.

El valor de la Cultura

El primer montaje de la compañía Feelgood, la gran sátira política de Alistair Beaton, se representó por toda España entre 2013 y 2015 y en 2014 fue la sexta obra programada en más espacios, según la Red Española de Teatros.

Pese a ser una sola obra de teatro y de una productora modesta y autproducida por sus actores y actrices, Feelgood ha movido 400.000 euros entre impuestos, salarios, gastos, seguridad social y beneficios, según la compañía, que ha lanzado un vídeo -que acompaña estas líneas- en el que ponen negro sobre blanco estas cifras para "demostrar que el teatro, y la cultura en general, generan riqueza".

Coincidiendo con la campaña de las elecciones generales, la compañía ha querido "poner en valor la cultura" mostrando los números de su compañía teatral en este vídeo, explica a RTVE.es Fran Perea. "Confíamos en que el vídeo lo vea y comparta por mucha gente y llegue al móvil o al ordenador de cualquiera de los candidatos que se postulan a presidente para que antes del 20-D escuchemos hablar de las medidas para mejorar la cultura, más allá del 21% del IVA, que es solo la punta del iceberg", añade el actor malagueño.

"Una obra con seis actores y actrices ha creado empleo para 30 personas, y ha contribuido indirectamente a dinamizar la economía de bares, restaurantes, hoteles, empresas de alquiler de coches, gasolineras, mantener a los empleados de los teatros... Si una sola obra genera estas cifras, imagina si contamos los 4.463 espectáculos, entre ellos, 1.502 de teatro, 2.129 de música y 479 de danza, que se produjeron en España en 2014 según el Mapa de Programación de los Espacios Escénicos Asociados a la Red de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública. Y si sumamos el cine, la literatura, las artes plásticas...", explican en el vídeo.

La campaña, que se mueve con el hashtag #CulturaEsRiqueza, pretende además ser un reconocimiento y agradecimiento al público que ha seguido -y sigue- yendo al teatro durante los años de la crisis, concluye Perea.