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El jurado rechaza prohibir la difusión de imágenes del juicio de Asunta como piden sus padres y únicos acusados

  • Los abogados de Rosario Porto y Alfonso Basterra temen un "juicio paralelo"
  • El Ministerio Fiscal pide 18 años para cada uno y la acusación popular, 20
  • Les acusan de obstruir desde "el minuto uno" la investigación del asesinato

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Los padres de Asunta Basterra se sientan en el banquillo de los acusados al comienzo del juicio por su asesinato

El jurado popular del juicio por la muerte violenta de la niña Asunta Basterra ha rechazado prohibir la difusión de las imágenes de la vista oral como han pedido este miércoles las defensas de Rosario Porto y Alfonso Basterra, padres de la menor y únicos acusados por el presunto asesinato de la pequeña, que apareció sin vida en una pista forestal del municipio de Teo, en A Coruña, hace más de dos años.

Los letrados pretendían que los periodistas solo pudieran tomar notas del juicio y que los medios no pudieran difundir las imágenes que capten las cámaras para evitar, en su opinión, "un juicio paralelo". El fiscal, sin embargo, ha defendido que se puedan difundir porque, argumenta, "quienes quieran opinar", ciudadanos y profesionales, "van a hacerlo igual".

Rosario Porto y Alfonso Basterra están acusados de idear un plan conjunto para dar muerte a su hija de 12 años, a la que adoptaron en China cuando aún era un bebé, suministrándole ansiolíticos con la idea preconcebida de asfixiarla con una almohada después.

El fiscal pide 18 años de cárcel para cada uno mientras que la acusación popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor, reclama 20 años. Las defensas piden, por su parte, la libre absolución.

Sin imágenes para evitar un "juicio paralelo"

Tras la constitución del jurado este martes, este miércoles se ha iniciado la sesión con esta cuestión previa. El abogado de Rosario Porto, el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, ha defendido la restricción de las imágenes para "evitar la perturbación" de la prueba con la visualización de secuencias en informativos y tertulias televisivas y para proteger la intimidad de testigos que ya han pedido declarar "con un biombo".

En el mismo sentido, la defensa de Alfonso Basterra, ha pedido que se prohíba la difusión de las imágenes para que el proceso cuente con "todas las garantías" como el derecho "a un juez imparcial y a la no contaminación" y se evite así "un juicio paralelo".

El fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, ha rechazado la solicitud de los acusados porque "la libertad de opinar nadie la puede restringir" y ha defendido que aquel que quiera hacerlo es mejor que lo haga sobre "lo que realmente ha pasado en esta sala de vistas". No obstante, comparte la necesidad de adoptar medidas de "protección" de los testigos que lo soliciten.

"Un plan" pactado para "deshacerse" de la niña

La primera sesión en abierto del juicio, que se ha prolongado durante casi seis horas, ha estado protagonizada por las intervenciones de los representantes de las partes, que han expuesto ante el tribunal y los jurados versiones contrapuestas sobre los hechos que rodean a la muerte de la menor, según recoge Europa Press.

El fiscal ha defendido que son responsables como coautores de un delito de asesinato "con alevosía" y con el agravante de parentesco y solicita para cada uno de ellos la pena de 18 años de prisión.

El fiscal ha defendido que la muerte de Asunta "fue cosa de dos" y fruto de "un plan" pactado entre los acusados para "deshacerse" de la niña. Aránguiz se ha basado en los repetidos casos de sedación acreditados por los análisis del cabello y las ocasiones en las que no pudo acudir a clase, así como en las disferentes versiones dadas por los padres el día de la desaparición.

El representante del Ministerio Público ha defendido que la actitud de los acusados fue en todo momento de "obstrucción" y ha puesto como ejemplo lo que "costó" encontrar el portátil de Alfonso Basterra.

El fiscal ha reclamado nuevas pruebas como que testifique la funcionaria que atendió a los padres de Asunta "el día que se presentaron en el juzgado para pedir que le dejasen incinerar el cadáver de la víctima" y que se incorporen ejemplares de dos periódicos gallegos en el que aparecieron filtraciones sobre que Porto había sido grabada por cámaras. Sostiene que la acusada cambió su versión al conocer este extremo.

La acusación popular también les acusa de obstruir la investigación

La acusación popular que ejerce la asociación Clara Campoamor también ha mantenido su escrito de calificación en el que sostienen que tanto el padre como la madre de Asunta idearon y ejecutaron conjuntamente el plan para asesinar a su hija, por lo que piden la pena máxima para Basterra y Porto, de 20 años de prisión.

El abogado de la asociación, Ricardo Pérez, ha señalado también que durante la investigación "hubo de todo menos colaboración, una total obstrucción". Pérez ha defendido también que hubo un "plan conjunto" para asesinar a la menor y ha acusado a los padres de "mentir" de forma "reiterada" y de "ocultar" pruebas.

Los abogados de la defensa han insistido, sin embargo, en el hecho de que no existe "prueba" alguna contra ellos. Han valorado, asimismo, la colaboración de ambos con el caso, ya que abrieron a los investigadores las "puertas y ventanas de sus tres casas", a pesar de que "nunca" tuvieron la consideración de víctimas.

Los abogados de la defensa recuerdan la presunción de inocencia

Para los abogados, "este caso estuvo mal enfocado desde el inicio", como ha dejado caer Aranguren, que insiste en que durante meses se realizaron investigaciones a "espaldas" de las defensas.

El penalista coruñés se ha referido, igualmente, a pruebas que no se sostienen para incriminar a su patrocinada y, en este sentido, ha mencionado las cámaras que graban el día de la muerte de la niña, con mayor exactitud a Rosario Porto en el coche en dirección a Teo y que, en cambio, no la captan en su vuelta a la capital gallega.

Una idea que comparte Belén Hospido, la letrada que asiste a Alfonso Basterra, que ha remarcado que en esta investigación "no se veía más que lo que se quería ver", ya que, por ejemplo, no existe "evidencia" alguna de que el día de la muerte de Asunta su cliente "haya salido de su casa", a excepción de que, sobre el papel, sin ese hecho, "al juez instructor no le cuadraban las cuentas".

Los abogados de la defensa han traído a colación el derecho a la presunción de inocencia y la circunstancia de que no es a ellos a los que les corresponde buscar pruebas, sino a las acusaciones.

Durante esta jornada, la primera a la que han asistido los padres, Porto, que viste de riguroso negro, se ha mostrado muy nerviosa y en varias ocasiones ha roto a llorar, al tiempo que hablaba con su abogado. Mientras tanto, Basterra ha exhibido un semblante más serio, aunque también visiblemente nervioso.

Comienza el juicio con los padres de Asunta en el banquillo de los acusados