Enlaces accesibilidad

Dinamarca vota en unas elecciones generales marcadas por la alta participación

  • A las 14.00 horas alcanzaban el mismo registro que en las de 2011
  • La participación aquellos comicios fue la más alta en 27 años
  • Más de cuatro millones daneses están llamados a votar hasta las 20.00 horas
  • Los sondeos vaticinan una ventaja mínima del centroizquierda

Por
Thorning-Schmidt is seen at the grand central station in Copenhagen
La primera ministro danesa Helle Thorning-Schmidt acude a votar seguida por un grupo de simpatizantes.

El 37,2 % de los daneses habían votado en las elecciones generales de este jueves en Dinamarca (las 14.00 en horario peninsular español), idéntico porcentaje que en los comicios de 2011, que registraron una elevada participación, según un estudio realizado por la agencia Ritzau en colegios electorales de todo el país.

Las elecciones de 2011 tuvieron una participación del 87,7 %, la más alta en 27 años en un país donde se supera habitualmente el 80 % en este tipo de comicios.

Los 4.142.903 daneses llamados a las urnas podrán votar hasta las 20.00 en horario peninsular español para elegir a 175 diputados, a los que hay sumar otros cuatro escaños repartidos entre los territorios autónomos de Groenlandia y las islas Feroe.

Sondeos igualados

La igualdad que predicen todos los sondeos, con diferencias mínimas a favor del bloque de centroizquierda gubernamental o de la oposición de derecha, hacen prever que esos cuatro puestos, de los que tres podrían ir a partidos de centroizquierda, serán decisivos. La campaña electoral ha estado marcada por temas como las reformas del Estado de bienestar y de los programas de desempleo, la política fiscal y los refugiados.

"Espero que muchos vengan a votar y que voten por la elección segura, los socialdemócratas.  Lo importante es tener orden en la economía y poder permitirnos nuestro bienestar", ha afirmado este jueves al depositar su voto la primera ministra, Helle Thorning-Schmidt.

Su rival para acceder a la jefatura de Gobierno, el liberal Lars Løkke Rasmussen, que ha jugado la habitual baza de la inmigración en la campaña, ha negado que quiera convertir Dinamarca en un país cerrado al exterior. "Deseo una Dinamarca abierta, pero también una Dinamarca que esté cerrada de forma efectiva para aquellos que no la quieran", ha declarado antes de ir a votar.