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Los tres astronautas de la EEI deberán quedarse un mes más por la pérdida de la nave Progress

  • Se debe al despegue fallido del carguero Progress, que acabó desintegrado
  • El aterrizaje de la nave "Soyuz TMA-15M" será en Kazajistán el 11 de junio

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Imagen de la Soyuz TMA-15-M, que retrasa casi un mes su vuelta a la Tierra.
Imagen de la Soyuz TMA-15-M, que retrasa casi un mes su vuelta a la Tierra.

La tripulación de la nave pilotada "Soyuz TMA-15M", que debía volver a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (EEI) el próximo jueves, deberá permanecer en la plataforma orbital hasta el 11 de junio, ha anunciado este martes un funcionario de la industria espacial rusa.

Se ha decidido que el ruso Antón Shkaplerov, la italiana Samantha Cristoforetti y el estadounidense Terry Virts prolonguen su estancia en la EEI por aproximadamente un mes, ha dicho el responsable del sector ruso de la EEI, Vladimir Soloviev. El aterrizaje a bordo de la "Soyuz TMA-15M" en Kazajistán está previsto ahora para el 11 de junio.

Esta decisión obedece a la modificación de todo el gráfico de vuelos de la agencia espacial rusa Roscosmos tras el despegue fallido del carguero Progress M-27M, que se desvió de su órbita tras ser lanzado el 28 de abril con destino a la EEI.

Mientras, la tripulación llamada a sustituir a los tres astronautas que volverán en junio, no volará a la plataforma internacional hasta mediados del próximo mes de julio a bordo de la "Soyuz TMA-17M", cuyo lanzamiento estaba programado para el 26 de mayo.

Por otro lado, Roscosmos adelantó hace unos días el lanzamiento del próximo carguero espacial,  que en lugar del 6 de agosto será lanzado el 3 de julio desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).

El Progress se desintegró sobre el Pacífico

El Progress M-27M se desintegró la madrugada del pasado 8 de mayo, "tras entrar en las capas densas de la atmósfera en la parte central del océano Pacífico", señaló Roscosmos en un comunicado.

La nave fue lanzada el 28 de abril rumbo a la EEI, pero el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control después de que el carguero quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra.

Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional cerca de 2,5 toneladas de suministros -combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos-, fueron infructuosos.

Las Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora sólo habían sufrido un accidente, en agosto de 2011, provocado por un fallo del cohete portador.