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'Hipócrates': el hospital como siempre lo habías visto (salvo en la ficción)

  • El director Thomas Litti, que ejerció 10 años la medicina, estrena su película en España
  • Ha sido una de las revelciones del boca a boca en Francia con un millón de espectadores
  • "En este oficio no hay que blindarse, sino estar cerca del paciente ", dice el director

Por
RTVE.es estrena el tráiler en español de 'Hipócrates', la comedia francesa sobre la sanidad

FICHA TÉCNICA

Título original: Hippocrate

Año: 2014

Duración: 102 min.

País: Francia

Director: Thomas Lilti

Guion: Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien Lilti, Thomas Lilti

Reparto: Vincent Lacoste, Reda Kateb, Félix Moati, Jacques Gamblin, Marianne Denicourt, Carole Franck, Philippe Rebbot

Cuenta Thomas Lilti que, pese a haber estrenado dos películas y rodado otra, cuandole piden su profesión en un formulario siempre escribe “médico”. Porque ejerció 10 años como doctor de medicina interna y porque una vocación nunca se abandona, o como se dice en su película: «la medicina no es un trabajo es una maldición». Tras convertirse en una revelación del boca a boca en la taquilla francesa del pasado otoño (más de un millón de espectadores), Hipócrates, la película en la que Lilti ha vocado sus experiencias, se estrena el 8 de mayo en España.

Comedia social, denuncia política, dilemas éticos personales y profesionales. Mucho cabe en Hipócrates aunque se resume, sencillamente, en qué significa ser médico. Benjamin, interprado por el joven Vicent Lacoste, es un recién licenciado que comienza a trabajar como residente en un hospital público dentro de un servicio que dirige su padre. Pronto se topa con las fronteras éticas de su oficio.

“Para todos hay un momento tienes que enfrentarte al amor, el dolor, la muerte. Y es verdad que, por mis estudios, tuve que plantearme esas cuestiones muy pronto”, reconoce Lilti. “Durante mucho tiempo creo que no entendí lo que me estaba ocurriendo. Y años más tarde, con la distancia suficiente, he hecho la película”.

La ley del silencio en los hospitales

Escogió el nombre del “padre de la medicina” para el titulo para remarcar la influencia del ancestral juramento que forjó el secreto médico. “Es para proteger al enfermo, pero hace que exista una cultura de silencio entre los médicos. Es como si tuvieran un saber y no quieren compartirlo”. Un secreto que se convierte en una omertà rutinaria para esconder negligencias. “Nos cubrimos. El padre (Jacques Gamblin) le dice que forma de la familia del hospital. Creen que es mejor no decir todo al enfermo, una idea con al que no estoy de acuerdo”.

Arrancando desde un punto cómico, según avanza el metraje se abordan temáticas sociales como la gestión privada de servicios públicos. “En Francia tenemos el mismo problema que en España. Tenemos un servicio público fuerte pero gestionada cada vez más por personas preocupadas por la rentabilidad. Es terrible. ¿Un hospital público tiene que ser rentable? Esa es la pregunta”.

O como el tratamiento de pacientes de edad avanzada en fase terminal. “Es una problemática que supera el marco del hospital. Nuestra sociedad es un poco esquizofrénica: tenemos la conciencia de que la gente, cuando está terminando su vida, no sufra; y al mismo tiempo pesa nuestra moral judeocristiana de que no podemos acelerar el proceso. ¿Qué hacemos? Nuestra respuesta es técnica: mantener el cuerpo vivo. Pero es un problema filosófico”, razona Lilti.

Hospitales reales en la ficción

Preguntado sobre ficciones que reflejen un hospital ajustado a la realidad, Lilti lo tiene claro: “Películas muy pocas. Y series americanas de entretenimiento hay muchas, pero son puro entretenimiento. La medicina se utiliza como pretexto para el thriller, la investigación policial o las historias de amor, pero pocas veces como un lugar de vida social, de comedia humana. La única serie que me marcó por su idea de realismo, aunque el sistema de sanidad americano no tiene nada que ver con el europeo, fue Urgencias.

Reda Kateb obtuvo el César a mejor actor secundario por su brillante interpretación de Abdel, un residente argelino de sobrada experiencia. Si Benjamin duda de sus propias capacidades, Abdel, peca de un cierto aislamiento en la relación con sus colegas. ¿Dónde está la receta del doctor ideal?

“Lo más importante es la empatía”, responde Litli. “A menudo se dice que hay que blindarse en este oficio. Y creó que es todo lo contrario: cuanto más te proteges, peor eres. Hay que estar lo más cerca posible de los enfermos y tienes que adorar este oficio”.