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La OMS cifra en 120 las muertes causadas por el ébola entre el personal sanitario en África

  • Se han registrado 240 casos de Ébola entre el personal sanitario
  • Las muertes se producen en países con escasez de médicos
  • Expertos alertan del riesgo de expansión del virus

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Personal de Médicos Sin Fronteras en el hospital Elwa de Monrovia, Liberia.
Personal de Médicos Sin Fronteras en el hospital Elwa de Monrovia, Liberia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado a 120 las muertes causadas por el ébola , mientras que ha contabilizado 240 contagios en estos profesionales que operan en África Occidental.

La OMS ha lamentado en una nota el fallecimiento de "estos prominentes médicos" en Sierra Leona y Liberia, lo que "ha privado a ambos países del trabajo experimentado y dedicado de esos expertos".

El organismo explica que la transmisión del virus entre ese grupo de población se debe a varios factores, entre los que se incluyen la escasez de equipos de protección o su uso inapropiado, así como a la escasez de profesionales para afrontar un brote de tal magnitud.

Otro factor que la OMS establece como determinante es el tiempo de atención que se les dedica a las personas que tienen ébola que involucra largas horas, "más allá de las recomendadas como seguras".

La nota explica que algunos médicos llegan a trabajar 12 horas seguidas, todos los días de la semana, lo que provoca que "aquellos que se encuentran más cansados sean más proclives a cometer errores poniendo en riesgo su seguridad".

Graves consecuencias

Según los últimos datos de la OMS, el ébola ha causado 1.427 muertes, mientras que ha registrado 2.615 casos en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria. Sin embargo, las consecuencias del ébola son doblemente graves pues está enfermando y muriendo personal sanitario en estos países, donde normalmente ya existe un déficit importante de este tipo de personal.

La OMS también alerta de que la enorme carga del brote sobre el personal de salud tiene mucha influencia sobre la capacidad para controlar el virus, lo que ha dificultado la posibilidad de obtener el apoyo de mayor número de médicos extranjeros.

El caso más destacado fue la muerte del médico Umar Khan, considerado el líder en la lucha contra esta enfermedad en Sierra Leona. Jan, de 39 años y aclamado como un "héroe nacional" por el Ministerio de Salud, no pudo evitar el contagio. Además, cooperantes de distintas ONG también han dado su vida por luchar contra el ébola, como el caso del religioso español Miguel Pajares.

Riesgo de expansión

Por otro lado, el científico belga Peter Piot, integrante del equipo que descubrió el virus del Ébola, se ha mostrado preocupado por la evolución de la epidemia, ya que se dan las circunstancias para que "se desboque" y ha pedido poner los medicamentos experimentales al servicio de los países afectados.

"Nunca habíamos conocido una epidemia de tal importancia" ha dicho Piot en una entrevista publicada por el diario francés Libération, en la que precisó que los brotes anteriores "eran focos muy localizados, durante algunas semanas, con un centenar de casos".

El investigador ha subrayado que ahora estamos ante "la tormenta perfecta" ya que existen factores, como el entorno, que favorecen que el virus siga expandiéndose.

"La epidemia se ha disparado en países donde los servicios sanitarios no funcionan, en zonas arrasadas por las guerras. Además, la población desconfía de las autoridades y no hay confianza en los sistemas sanitarios", ha añadido Piot.

El científico también tuvo palabras duras para la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que culpa de haber actuado demasiado tarde: "la respuesta por parte de las autoridades ha sido extremadamente lenta"."La alerta se dio en marzo y, pese a las demandas de Médicos sin Fronteras, la OMS no despertó hasta julio asumiendo el liderazgo cuando ya era tarde".

La actual epidemia del virus del Ébola se declaró a principios de este año en Guinea Conakry, antes de extenderse a Liberia y luego a Sierra Leona. También se ha constatado un brote en la República Democrática del Congo, aunque según las autoridades de ese país, no tiene relación con lo que ocurre en el África Occidental.