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El abuelo que saltó de la novela al cine

  • Se estrena la versión cinematográfica de la exitosa novela de Jonas Jonasson
  • RTVE.es entrevista a Felix Herngren, director de la adaptación

Por
Tráiler de 'El abuelo que saltó por la ventana y se largo'

FICHA TÉCNICA

Título original: Hundraåringen som klev ut genom fönstret och försvann

Año: 2013

Duración: 114 min.

País: Suecia

Director: Felix Herngren

Guion: Felix Herngren, Hans Ingemansson (Novela: Jonas Jonasson)

Fotografía: Göran Hallberg

Reparto: Robert Gustafsson, Iwar Wiklander, David Wiberg

Que un abuelo se fugue de una residencia el día de su centenario es improbable. También lo es que una novela nórdica cómica conquiste el mercado editorial mundial. O que una película sueca haya triunfado en la taquilla alemana. Todo lo que rodea a El abuelo que saltó por la ventana y se largó se sale de la norma. La novela de Jonas Jonasson publicada en 2009, que ha vendido más de seis millones de ejemplares, estrena ahora en España su versión cinematográfica, y aspira a repetir parte del éxito del libro.

Por tentador que fuera, adaptarla a la gran pantalla no era fácil: el protagonista, Allan Karlsson, un personaje con el don de fabricar explosivos que se toma la vida con filosofía -ya sea huyendo de una red criminal o recordando su implicación en la creación de la bomba atómica- tiene 100 años. Además, el libro es una sátira de prácticamente toda la historia del siglo XX (Guerra Civil y II Guerra Mundial incluidas).

El director Felix Herngren, realizador y actor en la televisión sueca, visitó España hace dos semanas para promocionar su película. En la sosegada embajada sueca del centro de Madrid, Herngren se enorgullece del taquillazo de la película en Suecia y Alemania. “Me encanta que la gente quiera ir al cine para reírse”. Unas risas que comenzaron con la lectura de la novela. “Primero estaba un poco escéptico porque hacer una película de un hombre que tiene más de 100 años no parecía fácil ni interesante, pero después de las diez primeras páginas me reí mucho y también me pareció que era una comedia de situaciones muy buena”.

La filosofía Allan Karlsson

El cómico Robert Gustaffson interpreta a Allan Karlsson (desde la veintena a los 100 años) tras superar, más que un casting, una prueba de máscaras y maquillaje para caracterizarse como el impávido hombre que participa en cruciales hechos históricos. Una filosofía que resume en una frase: «Las cosas son como son y así seguirán siendo», así que ¿para qué preocuparse en exceso?

“Hay dos aspectos en esto: la cara y cruz”, explica Herngren.“Los aspectos políticos nos deben preocupar, es decir, los temas importantes, por ejemplo, el medio ambiente o la igualdad. Y la otra cara es que los occidentales pensamos mucho en el futuro. Nos matamos trabajando para poder jugar al golf cuando tengamos 70 años y pensamos que entonces va a ser todo fenomenal. Es decir: ahora me aguanto, lo paso mal, pero voy a tener la recompensa. Y ahí Allan nos puede enseñar muchas cosas: no hay que darle tanta importancia al futuro y tampoco preocuparnos demasiado por lo que pasó, sino disfrutar de la vida”.

Un Franco flamenco

Herngren define a Jonasson como “un señor muy divertido con el que te ríes mucho por dentro”. Cuando el escritor vio la película se quedó en estado de shock con las no pocas licencias que se toma el guion. Al tercer visionado quedó en paz con la adaptación. “En Suecia hicimos pruebas con salas en las que la mitad había leído la novela y la otra mitad no -cuenta Herngren- y gustó mas o menos igual”.

¿Cuál es la clave de la recepción mundial de las andanzas de Allan Karsson? “Se ríe de la historia mundial y todos podemos relacionarnos con eso”. Para el espectador español hay un plus con la aparición de Franco en una escena en la que baila flamenco en una fiesta. “En Rusia les pasará lo mismo cuando aparece Satlin”, dice Herngren. “Es una película que no pretende corregir o ponernos a gusto con nuestro historia. Pero, a lo mejor puede servir para que la gente se pregunte algo sobre Franco. Cuando se es moralista, se está diciendo lo que debemos pensar. Es mejor que la gente vea algo, que sonría, lo digiera y luego piense y llegue a sus propias conclusiones”.