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Hollande es recibido como un gran aliado en su primera visita a Estados Unidos

  • Es la primera visita oficial de un presidente francés desde hace 18 años
  • Ha viajado en el Air Force One y se le rendirán honores militares en la Casa Blanca
  • Estados Unidos y Francia escenifican su renovada alianza internacional
  • La 'soledad' del presidente separado y el 'caso Snowden', únicas sombras

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OBAMA Y HOLLANDE CENTRARÁN SU ENCUENTRO EN DESAFÍOS ECONÓMICOS Y DE SEGURIDAD
Barack Obama, junto a su homólogo francés, Francois Hollande, durante una visita a Monticello, la residencia de Thomas Jefferson, en Charlottesville, Virginia.

El presidente de Francia, François Hollande, ha aterrizado este lunes en Estados Unidos para una visita de Estado de tres días, plagada de símbolos, que empezará con una excursión junto a su anfitrión, el presidente Barack Obama en Virginia, para reforzar las relaciones bilaterales entre Washington y París, después de que Estados Unidos recibiera el apoyo francés en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní y el posible ataque a Siria.

Las dos naciones han colaborado también recientemente en las crisis de Mali, en el Sahel y la República Centroafricana. El último gesto en común se reflejaba en un artículo conjunto, publicado en Francia y Estados Unidos, en el que Obama y Hollande piden un acuerdo internacional contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero.

Un vuelo en el Air Force One sobre Monticello -a 200 kilómetros de Washington-, residencia de Thomas Jefferson, el más francófilo de los presidentes americanos ha sido la primera actividad del presidente galo a su llegada a Estados Unidos, allí ha asegurado que "eramos aliados en tiempos de Jefferson y La Fayette, y aún a día de hoy somos aliados".

Hollande y Obama han aterrizado en Monticello tras un corto viaje a borde del Air Force One, se trata de una escapada que permitirá a los dos líderes charlar de manera más informal

Otros actos programados son Hhonores militares y una cena de alto copete que escenificarán la amistad entre ambas naciones y agasajarán a Hollande en esta visita, la primera de un jefe de Estado francés en 18 años, y también la primera después de la separación del mandatario galo.

De hecho, su llegada al país sin acompañante, ha obligado a cambios de protocolo en el último momento, pero no es la única vez que un presidente viaje solo a Washington; ya le ocurrió al chino Hu Jintao en 2011. Según el New York Times, la Casa Blanca se vio obligada a imprimir nuevas invitaciones sin el nombre de Valérie Trierweiler, la compañera de François Hollande desde 2010 a enero de 2014.

En la agenda de Hollande figura también una cena en la noche del lunes con la directora gerente del FMI, la también francesa Christine Lagarde, y el presidente del Banco Mundial, el estadounidense Jim Yong Kim.

Agenda internacional, economía y espionaje

La agenda del martes será más solemne. En el jardín sur de la Casa Blanca, sonarán 21 cañonazos, se oirán los himnos de ambos países y se pasará revista a las tropas, y Obama y Hollande tratarán la agenda de temas comunes en su reunión en el Despacho Oval, así como las relaciones económicas entre el país norteamericano y el europeo.

Si Estados Unidos se está librando de los efectos de la crisis iniciada en 2008 con un paro que ha descendido al 6,6%, Francia lucha por salir de la recesión y su crecimiento económico sigue siendo bajo. Hollande, cuyo índice de aprobación ronda el 20%, no ha podido cumplir su promesa de invertir la tendencia del desempleo en 2013.

En la renovada relación entre Estados Unidos y Francia, se cierne sin embargo el asunto espinoso e incómodo del espionaje de la NSA que ha ejercido el país norteamericano sobre sus aliados europeos y que sacó a la luz el exconsultor Edward Snowden en 2013. Hollande ha reconocido en la revista Time que estas revelaciones han abierto un "período difícil, no sólo entre Francia y Estados Unidos, sino también entre Europa y Estados Unidos".

Después de un almuerzo oficial encabezado por el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y un homenaje a los militares de Estados Unidos, Hollande será el invitado de honor el martes por la noche en una cena de Estado que reunirá a varios cientos de invitados en la Casa Blanca. Concluirá su visita el miércoles con una parada en San Francisco para visitar empresas tecnológicas.