Enlaces accesibilidad

Ron Howard: "El deporte es una metáfora de nuestra lucha diaria"

  • El director de Una mente maravillosa presenta Rush,  ambientada en la F-1 de los 70
  • Daniel Brühl interpreta a Niki Lauda en la temporada de su grave accidente

Por
Presentación de la película "Rush" en Madrid

El austríaco Niki Lauda y el británico James Hunt llevaron en 1976 su rivalidad al límite. Eran los dos mejores pilotos, con los dos mejores coches, y completamente antagónicos. Hunt, en la clásica tradición de la F-1, era un play-boy, vividor, y terriblemente carismático. Lauda introdujo nuevos aires con su profesionalidad, meticulosidad y arrogancia. El choque fue total.

Ron Howard (Willow, Una mente maravillosa, El código Da Vinci) ha plasmado la virulenta competencia en Rush con el actor alemán de origen español Daniel Brühl como Niki Lauda y Chris Hemsworth (Thor) como Hunt. El estreno en España está previsto para el 20 de septiembre.

“No era un fan de la F-1, pero amo el drama” explica Howard, que acabó dirigiendo lo que era un proyecto personal de Peter Morgan, guionista de La reina y colaborador de Howard en Nixon/Frost. “Una de las razonas por las que amo el deporte es que siempre proporciona una metáfora de nuestra lucha diaria; es como ver la experiencia humana en un microscopio con más intensidad, y por eso es tan fascinante”.

Ver vídeo

La F-1 combinaba en los años 70 un espectáculo deportivo de alto riesgo con los nuevos aires de libertad sexual. Los pilotos exponían su vida en cada carrera: cada temporada morían dos de media. El peligro empezó a disiparse, en parte, gracias a Niki Lauda. Fue un pionero en su implicación en la puesta a punto del coche y en reclamar seguridad para los pilotos.

El año del accidente de Niki Lauda

La temporada de 1976 estuvo precisamente marcada por su accidente en el antiguo Nürburgring, cuando quedó atrapado en su coche en llamas durante un minuto, que le dejó secuelas en su rostro. Lauda, que era entonces el campeón del mundo y líder de la temporada, había tratado de evitar que la carrera se disputara por la peligrosidad del circuito por las condiciones de lluvia. El piloto austríaco se ha implicado en el proyecto. “Vino muy poco al rodaje pero estaba disponible y Daniel podía llamarle cuando íbamos a rodar un escena para preguntarle alguna duda”, explica Howard.

La recreación de circo y las escenas de velocidad son los puntos fuertes de Rush, con un logrado trabajo de ambientación y efectos diseñados por ordenador. “La investigación no se limitó a la F-1 sino a los años 70 en general. Cada departamento tenía las paredes con imágenes glamurosas, de rock and roll, de moda, de políticos; teníamos monitores por los pasillos, con clips de pelis y documentales de los 70”, recuerda el director. “Inconscientemente, cada uno sabía lo que funcionaba y lo que no”.

Howard, que no es nuevo en narrar con personajes reales (Nixon/Frost, Apollo 13, Una mente maravillosa) explica su método de casting. “Quería actores que representaran la esencia del personaje y confiar luego en su talento para poder hacer los papeles con nuestro apoyo”.

Y así surgió el nombre de Daniel Brühl, que lleva una década apareciendo en producciones europeas con algún asomo ocasional a Hollywood como su participación en Malditos bastardos. “Daniel Brhül es como un camaleón, la gente sabe el talento que tienen, así que no me sorprendió”, reconoce Howard. “Pero Chris Hemsworth me sorprendió mucho desde la prueba que nos mandó y tengo mucho respeto por que ha hecho. James Hunt se movía como un surfista californiano y Chris se mueve así”.

Daniel Brühl: "No quería hacer este papel con el freno de mano puesto"

La primera impresión de Brühl al asomarse a la personalidad de Lauda fue: “Madre mía, ¿Cómo se puede ser tan directo y decir a la gente lo que piensa a la cara?”. Brühl preparó el personaje tras una estancia con Lauda en Viena. “Es alguien muy poco diplomático y un piloto visionario, centrado en el aspecto técnico”.

El actor se enfrentó al desafío de imitar el acento austríaco de Lauda hablando inglés. “Ese staccato es como habla Lauda. En un pase que hicimos en Munich, la gente creyó que Lauda había doblado la película. El reto era hablar con esa chulería e ironía del acento austríaco, que tiene más sentido del humor que el alemán, lo que no es difícil”, reconoce entre risas.

Brühl recuerda como el piloto le llamó temprano un día para precisar que él no llevaba el anillo de casado. “Lo que he aprendido de Niki es no dar importancia a lo que dice la gente y a perder el miedo. No quería hacer este papel con el freno de mano puesto”, precisa. Brühl lleva su carrera a otro nivel con Rush. Y nadie mejor que el inmisericorde Lauda para certificarlo. “Está superemocionado con el resultado y, si le conoces, eso significa mucho”.

Trabajar con el oscarizado Ron Howard ha sido para el actor una bendición indisimulada. “Sé que quizá enfade a los directores con los que he trabajado pero ha sido la mejor experiencia que he tenido jamás”. Brühl cree que la experiencia de Howard como actor es de gran ayuda. “Te da las dosis que necesitas, no te excluye de los procesos y tiene una autoridad enorme, pero no le hace falta gritar ni ponerse nervioso. Su humildad, hablando de otros directores, me impresionó mucho. No tenías la impresión de hablar con una leyenda del cine. Y lo es”.

Para las secuencias que recrean a Lauda tras el accidente, Brühl necesitaba 7 horas de maquillaje. “Veía la orden de rodaje y a Chris Hemsworth, le recogían a las nueve. Sus secuencias eran hacer el amor con una enfermera. Yo, controlar mis ruedas”, bromea. “Dicen que los pilotos tienen un cuello muy fuerte y mirando todo el tiempo hacia arriba (Hemsworth mide 1,92) yo lo he ejercitado. Ver a Thor entrar en un coche de F-3 en el que practicábamos fue un espectáculo".