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Un vehículo de observadores la ONU recibe un disparo cerca de zona de la masacre en Siria

  • El ejército y grupos de civiles les impiden la entrada
  • Clinton demanda a Asad que deje el poder y abandone el país
  • Rusia condena la matanza y pide que se castigue a los responsables

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Los observadores de la ONU intentarán acceder al escenario de la masacre de Hama

Uno de los vehículos de los observadores de la ONU han recibido este jueves un disparo cuando se dirigía a la localidad de Morek después de que les impidieran entrar en la aldea de Al Qubeir, donde los activistas han denunciado la muerte de al menos 78 personas en una matanza, según ha confirmado este jueves el secretario general de la ONU, Ban ki-moon. Según fuentes citadas por Efe no ha habido víctimas por el disparo y que los observadores se encuentran ahora en Morek, en el norte de la provincia de Hama (centro), y que podrían intentar entrar mañana en Al Qubeir, ubicado a unos 40 kilómetros.

Horas antes, Ahmad Fawzi, el  portavoz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, había confirmado que las autoridades sirias impidendía la entrada de los observadores a la localidad siria. La denuncia de esta nueva matanza ha provocado la condena internacional y un llamamiento de Estados Unidos a que el presidente sirio, Bachar el Asad, deje el poder.

Fawzi ha clarado que los observadores -desarmados- no han podido entrar al pueblo donde ocurrió la matanza porque unidades del Ejército sirio les impiden el paso y porque varios civiles les han advertido de que su vida corre peligro si entran en la localidad.

"Han sido retenidos en un puesto de control del ejército y en algunos casos obligados a darse la vuelta", ha añadido el general Robert Mood, jefe de la misión, en un comunicado. Mood también ha detallado que ha recibido información de que residente en la zona les han advertido de que "la seguridad de nuestros observadores está en riesgo si entramos en la localidad", aunque ha subrayado que siguen intentando entrar.

Según han manifestado fuentes de la ONU, los observadores volverán a intenter entrar en la localidad este viernes, informa Reuters. "Van a volver a su base en Hama y mañana por la mañana de volver a entrar" ha dicho la portavoz Sausan Ghosheh.

Además, según fuentes diplomáticas citadas por AFP, Ban ha informado al Consejo de Seguridad de la ONU de que los observadores han sido atacados con armas pesadas y aviones no tripulados durante sus diversas misiones en este conflicto.

Ban alerta del peligro "inminente y real" de guerra civil

En una comparecencia ante la Asamblea General de la ONU, el secretario general de la organización, Ban ki-moon, ha calificado las informaciones sobre esta nueva masacre como "una barbaridad indescriptible" y ha vuelto a instar al régimen de Bachar Al Asad a aplicar el plan de paz de seis puntos propuesto por el enviado especial para Siria, Kofi Annan, según informa Reuters. Además, Ban ha alertado de que el peligro de guerra civil en Siria es "inminente y real", al tiempo que afirmó que el Gobierno "ha perdido toda la legitimidad".

"Los peligros de una guerra civil a gran escala son inminentes y reales, por lo que pido al presidente Al Asad que cumpla de manera urgente e incondicional con los puntos del plan de paz", ha añadido Ban ante la Asamblea General.

Por su parte, el enviado especial de la ONU, Kofi Annan, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ha advertido del riesgo inminente de que el conflicto entre en una espiral fuera de control y ha instado a la comunidad internacional emplear una "presión sustancial" sobre las partes involucradas.

Estos hechos pueden dar una vuelta de tuerca más en el aislamiento internacional del régimen sirio, contra el que Estados Unidos ha endurecido aún más su tono al pedir a Bachar el Asad que deje el poder y abandone el país. La Casa Blanca ha condenado este jueves la nueva masacre y lo ha calificado de “escandalosos asesinatos selectivos de civiles”.

Clinton: "Asad debe salir de Siria"

Este jueves, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, que ha calificado como "simplemente inadmisible" la violencia apoyada por el régimen de Asad. La jefa de la diplomacia de EE.UU., que ha completado en Turquia un viaje que la llevó a Escandinavia y el Cáucaso, ha defendido que un acuerdo en Siria exige un alto el fuego, una transferencia de poder y la formación de un gobierno de transición.

"Al Asad debe trasladar su poder y salir de Siria", ha insistido tras una reunión en Estambul con las potencias occidentales y los países árabes para identificar maneras de aumentar la presión sobre el régimen de Damasco y causar el cambio político en este país que enfrenta una revuelta popular reprimida con derramamiento de sangre.

Clinton ha reconocido que EE.UU. no ha tenido éxito por el momento para organizar una acción internacional que pueda causar la salida del presidente sirio. "Debemos renovar nuestra unidad, debemos enviar un mensaje claro a otras naciones que aún no trabajan con nosotros para decirles que no hay futuro en esto".

La propua Casa Blanca, en una clara referencia a Rusia,  principal aliada internacional de Damasco, ha vuelto a pedir a otros países que dejen de prestar apoyo al presidente Asad y  apoyen una transición política en el país. Además, mediante un  comunicado, la Casa Blanca, ha condenado también la negativa a dejar que  los observadores de la ONU entren en la zona como "una afrenta a la  dignidad humana y la justicia."

Sin embargo, según ha manifestado este mismo jueves el ministros de Exteriores ruso, Sergei Lavrov,  Rusia se opondrá a cualquier resolución de la ONU que autorice una intervención armada en Siria, informa Afp.

El foco, en Rusia

En este sentido, Clinton se ha referido a la propuesta de Rusia de una conferencia internacional sobre el futuro político de Siria y ha asegurado que Estados Unidos quiere trabajar con todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, incluido Moscú, principal aliado internacional de Damasco, pero ha advertido que esa conferencia debe partir de la premisa de que Asad y su gobierno deben dejar paso a un gobierno democrático.

"Hacer planes para una transición ordenada" será "un paso importante", ha insistido.

Por su parte, Rusia ha condenado la nueva matanza y ha exigido un "severo castigo" a sus responsables y ejecutores.

"Condenamos de la manera más firme los actos bárbaros de violencia en la región de Hama. Sus responsables y ejecutores deben ser llevados ante los tribunales y ser severamente castigados", ha indicado  el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexandr Lukashévich, citado por agencias rusas.

Lukashévich considera que se trata de una "provocación" destinada a hacer fracasar el plan de plaz del emisario internacional de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, cuya iniciativa encuentra cada vez más escepticismo en las potencias árabes y occidentales.

"No hay ninguna duda de que ciertas fuerzas usan, y no es la primera vez, las provocaciones más brutales e infames para poner fin al plan Annan", ha declarado el portavoz del Ministerio.

Varias  decenas de personas murieron el pasado miércoles en Al-Koubeir, una ciudad de la región de Hama, pocos días después de la masacre de al menos 108 personas el pasado 25  de mayo en Hula, en la provincia de Homs, también en el centro Siria,  dos acciones atribuidas al régimen sirio.