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Abul Futuh, el pediatra islamista que quiere curar a Egipto

  • Perteneció a los Hermanos Musulmanes
  • Tiene una gran capacidad de lograr un lenguaje político flexible

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CAMPAÑA DEL CANDIDATO PRESIDENCIAL ABDELMONEIM ABUL FUTUH
El candidato islamista moderado a la presidencia de Egipto, Abdelmoneim Abul Futuh

Abdelmoneim Abul Futuh, candidato islamista moderado a las presidenciales de Egipto, quiere convertirse en el primer presidente del país tras la revolución haciendo uso de un lenguaje flexible para ganarse la confianza de todas las tendencias ideológicas.

El año pasado, después de la caída del régimen de Hosni Mubarak, Abul Futuh, pediatra jubilado de 61 años, dimitió del grupo islamista de los Hermanos Musulmanes y anunció por primera vez su intención de presentarse como candidato independiente a las elecciones presidenciales.

Desde mediados de los años setenta del siglo pasado, Abul Futuh se había implicado en la lucha estudiantil a su paso por la universidad, y fue entonces cuando se unió a los Hermanos Musulmanes, de los que fue miembro de su ejecutiva entre 1987 y 2009.

De cerca, Abul Futuh se presenta serio y carismático. A más distancia, ofrece el aspecto de un político humilde y tímido, aunque cuando se dirige al público mantiene una sonrisa permanente que da la impresión de gozar de una gran confianza en sí mismo.

La principal diferencia de este aspirante frente al resto de candidatos es su capacidad de utilizar un lenguaje político flexible,  que le permite apelar a grupos de tendencias tan opuestas como los salafistas (ultraconservadores islámicos) o los jóvenes revolucionarios laicos. Esa ventaja, según los observadores, puede ser al mismo tiempo su debilidad, ya que ni los liberales tienen una total confianza en sus posibles pactos con los islamistas ni estos están satisfechos con su acercamiento a los laicos.

Aplicar la sharia

En su discurso político insiste en la necesidad de aplicar la sharía (ley islámica) en Egipto y descarta continuamente que haya una contradicción entre la religión musulmana y los valores de la modernidad.

Para acercarse a la juventud, el aspirante, además de utilizar un lenguaje entusiasta y repetir los lemas de la revolución, se comprometió en su programa a que su vicepresidente tenga menos de 45 años de edad y a que la mitad de los altos cargos del Estado estén ocupados por los jóvenes.

Pese a esa aspiración de alcanzar al conjunto de la sociedad, los sondeos muestran que Abul Futuh recibe un mayor respaldo de los sectores sociales que gozan de educación, tienen rentas altas y viven en los centros urbanos.

Además de sus actividades políticas, el candidato ejerció en el pasado actividades sindicales y humanitarias. Fue presidente del Sindicato de Médicos de Egipto y actualmente es secretario general de la Unión de Médicos Árabes, donde ha participado en intervenciones humanitarias en varios países, como Libia, Somalia, el Líbano o los territorios palestinos.

Enfrentamiento con Sadat

Abul Futuh, cuyo lema de campaña es "Egipto fuerte", se dio a conocer al pueblo en 1976, cuando, siendo presidente de la Unión de Estudiantes de la Universidad de El Cairo, acusó al expresidente Anuar al Sadat,  en una reunión que este mantuvo con los estudiantes, de estar "rodeado de responsables hipócritas", lo que provocó la ira del mandatario.

Desde entonces, y también durante la era de Mubarak, fue detenido varias veces a causa de sus actividades políticas, y pasó un total de cinco años en las prisiones egipcias, aprovechando ese tiempo para conseguir la licenciatura en Derecho por la Universidad de El Cairo.

Su pasado de "sufrimiento" lo sacó a relucir el pasado 10 de mayo, en un cara a cara histórico con el ex secretario general de la Liga Árabe Amro Musa, cuando recordó la dureza de los años que pasó en prisión por sus opiniones políticas.

En ese debate, intentó en varias ocasiones conectar con los espectadores, como cuando reconoció que es diabético y que el total de sus ingresos mensuales, que incluyen su jubilación e ingresos por distintos negocios, no supera las 10.000 libras (1.200 euros).

Abul Futuh reside en el acomodado barrio cairota de Tagamu al Jamis. Su esposa es ginecóloga y tiene tres hijas, todas ellas médicos, y tres hijos.