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La Fiscalía italiana pide cinco años de cárcel para Berlusconi por el caso Mills

  • El Ministerio Público dice que Il Cavaliere falsificó documentos
  • Considera que pagó a su abogado David Mills para dar falso testimonio
  • El debate: si el delito está o no prescrito

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La Fiscalía de Milan ha pedido este miércoles una pena de cinco años de cárcel contra el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, acusado de corrupción en el llamado caso Mills.

El fiscal del caso, Fabio De Pasquale, ha asegurado que la defensa del exmandatario está basada en "documentos falsos" o, "mejor dicho, en documentos fabricados a propósito".

Asimismo, ha consideraro que "el delito no ha prescrito, y que lo hará entre principios de mayo y mediados de julio, si se tiene en cuenta la fecha en la que se cometió el delito y todas los aplazamientos que ha tenido el proceso ante la ausencia de Berlusconi por el llamado legítimo impedimento".

"Hay certeza más allá de toda duda razonable de la culpabilidad del acusado", ha concluido De Pasquale.

¿Prescrito?

Tras la petición del fiscal, el juicio llega a su fin, aunque podría no emitirse una sentencia, pues el Tribunal de Milán ahora tendrá que decidir cuál es la fecha de prescripción del delito,  que según los abogados de Berlusconi ya fue el pasado 3 de febrero.

Éste es uno de los múltiples frentes judiciales de Il Cavaliere, que está acusado de haber pagado 600.000 dólares a su exabogado,  el británico David Mills, a cambio de que éste falseara a su favor su  testimonio en dos juicios de finales de los años noventa permitiendo que  el mandatario quedara absuelto.

En todo este tiempo, Berlusconi ha asegurado que no recuerda haber  conocido a Mills porque era uno de los muchos abogados que el grupo  Fininvest (de su propiedad) tenía en el extranjero,  y  que los 600.000 dólares corresponden al pago en dinero negro al letrado  por parte de un armador italiano para eludir al fisco británico.

El propio Mills ha declarado en varias ocasiones durante el juicio  contra Berlusconi que se inventó la historia sobre el dinero que  supuestamente recibió del ex primer ministro y se justificó diciendo que  lo había hecho porque temía al fisco británico, pues el dinero provenía  de una minuta en negro del armador italiano.

Pero lo cierto es que, en la otra rama del caso, Mills fue condenado en primera y segunda instancia por corrupción en acto judicial en favor de Berlusconi por haber mentido en esos dos mismos juicios,  aunque el Supremo italiano decretó el 25 de febrero de 2010 la prescripción del delito.

El caso Mills es uno de los cuatro juicios que Berlusconi tiene abiertos en Milán, junto al caso Ruby (incitación a la prostitución de menores y abuso de poder) y el de Mediaset (fraude fiscal), también tendrá que sentarse en el banquillo por el caso Unipol, en el que se le acusa de participación en la revelación de secreto profesional.