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El número de muertes por ataque de tiburón se duplica en 2011

  • Los turistas se aventuran a lugares remotos con poca atención médica
  • Las víctimas fueron principalmente surfistas
  • Casi una de cada cinco personas falleció

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Los tiburones no aprecian los colores, ven en blanco y negro
Los tiburones no aprecian los colores, ven en blanco y negro

El número de muertes por ataques de tiburones en todo el mundo se ha duplicado en 2011 respecto al año anterior, según un estudio divulgado este martes por la Universidad de Florida, que destaca que casi una de cada cinco personas atacadas por este escualo, principalmente surfistas, murió.

Aunque el número de personas atacadas en 2011 (unas 75 personas) resulta inferior que en 2010, el 16 % (12 personas) murió a consecuencia de este ataque lo que supone la cifra más alta de las dos últimas décadas, según ha indicado el director del Registro Internacional de Ataques, George Burgess.

A pesar de que casi el 40% de los ataques se produjeron en Estados Unidos, el país norteamericano no registró ninguna muerte en sintonía con su descenso en el número de ataques no provocados por el ser humano.

Los índices de siniestralidad estadounidenses nunca han sido mejores pero, según George Burguess, estas cifras esconden un lado negativo ya que también podrían significar una reducción del número de bañistas porque "la economía ha bajado, lo que podría sugerir que otras zonas han hecho un mejor esfuerzo para acceder al mercado turístico".

Muertes en lugares remotos

La cifra de muertos se desplaza a Australia que encabeza la lista con tres fallecidos, le sigue la isla de la Reunión con dos, las mismas que en las Islas Seychelles y en Sudáfrica, y una en Costa Rica, Kenia y Nueva Caledonia, respectivamente.

Estas zonas no tienen antecedentes de ataques de tiburones y no cuentan con planes de contingencia

Las cifras muestran que los turistas se están aventurando a lugares cada vez más remotos y que las muertes fundamentalmente ocurrieron en sitios donde la calidad y cantidad de la atención médica disponible es reducida, según ha explicado George Burgess.

Los responsables de esas zonas "no tienen antecedentes de ataques de tiburones y no cuentan con planes de contingencia como en otros sitios como Florida", ha indicado el experto en tiburones.