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Turquía confirma que mató a 35 civiles y no a miembros del PKK en un ataque aéreo en Irak

  • Las víctimas trabajaban como contrabandistas
  • La aviación los ha confundido con miembros del PKK

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El gobierno turco reconoce el error al matar a 35 civiles

Un grave error del Ejército de Turquía, admitido este jueves por el Gobierno, ha producido la muerte de 35 civiles en un bombardeo aéreo ocurrido poco antes de la pasada medianoche en el norte de Irak.

El Gobierno turco ha confirmado, por boca de Hüseyin Çelik, vicepresidente del partido gubernamental AKP, que las Fuerzas Aéreas han bombardeado a contrabandistas en un "accidente operacional", creyendo que se trataba de guerrilleros del proscrito Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Por la mañana, el Estado Mayor había difundido un comunicado en el que confirmaba que había efectuado anoche un bombardeo aéreo en el norte de Irak, concretamente en los montes de Sinat-Haftanin, a poca distancia de la provincia turca de Sirnak.

El fuego iba dirigido contra lo que los militares suponían que era un grupo de guerrilleros de una "organización separatista terrorista", en alusión al PKK, que se dirigía hacia la frontera turca y que fue detectado por aviones no tripulados del Ejército.

Al tratarse de una "zona habitualmente utilizada por los terroristas" y donde "no hay presencia de civiles", el Ejército dio por hecho que se trataba de un ataque inminente contra puestos fronterizos turcos, similar al ocurrido en octubre, en el que murieron 24 reclutas turcos.

El comunicado del Ejército recuerda que en otras ocasiones el PKK ha utilizado mulas de carga para transportar armamento pesado hasta las inmediaciones de los cuarteles blanco de sus ataques. Pero en esta ocasión las mulas transportaban cajetillas de tabaco y bidones de gasóleo procedentes de Irak.

Las víctimas eran contrabandistas de tabaco

"De acuerdo a la información recibida de la oficina del gobernador de Sirnak y a otros representantes del Estado, los fallecidos estaban practicando el contrabando de tabaco", ha admitido Çelik, quien ha excluido rotundamente que el Ejército deba bombardear a civiles, aunque sean traficantes, y ha calificado lo sucedido de "triste accidente".

Ha expresado sus condolencias y ha añadido que "se hará lo que sea necesario, dentro del marco de la ley, si se ha cometido un error", dejando abierta la posibilidad de compensar a las familias de las víctimas.

El PKK -un grupo considerado terrorista por Turquía, la UE y EEUU- se alzó en armas en 1984 para reivindicar más derechos para los más de 12 millones de kurdos que habitan en Turquía.

Desde verano, los ataques del PKK se han hecho más frecuentes, y el Gobierno ha respondido con operaciones militares que la semana pasada costaron la vida a varias decenas de supuestos miembros del PKK, atrincherados en los montes de Turquía.