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El Consejo de Seguridad de la ONU pide al presidente de Yemen que abandone el poder

  • "Esta es una clara señal de la preocupación internacional por Yemen" han señalado
  • Insta al régimen a que "retire las armas de las zonas de manifestación pacífica"

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El Consejo de Seguridad de la ONU ha adoptado por unanimidad una resolución que pide al presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, que firme la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para abandonar el poder.

La resolución de los Quince, la primera adoptada por unanimidad en el máximo órgano de decisiones de las Naciones Unidas sobre la situación en ese país árabe, pide también al presidente yemení, que lleva 33 años en el poder, que ponga fin a la represión de las manifestaciones pacíficas y condena las continuas violaciones de los derechos humanos.

"Esta es una clara señal de la preocupación internacional por Yemen", ha señalado al término de la votación el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, quien reiteró "el rápido deterioro de la situación en Yemen", en donde también hay carencia de agua y alimentos, así como muchos desplazados internos.

El Consejo, que en octubre preside Nigeria, ha pedido "la aplicación lo antes posible de un arreglo" obre la base de la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) "para iniciar un proceso de transición política incluyente, ordenado y dirigido por Yemen".

Invitan a Saleh a firmar la iniciativa del CCG

Asimismo se refieren al compromiso del presidente Saleh "de firmar inmediatamente la iniciativa del CCG" para abandonar el poder, al tiempo que pude que "este compromiso se plasme en medidas concretas para lograr sin más dilación un traspaso pacífico del poder político".

Saleh ha asegurado esta semana que solo firmará la iniciativa del CCG para abandonar el poder si tiene garantías de Europa, EEUU y los mismos países del Consejo de Cooperación del Golfo.

El plan del CGG estipula que Saleh traspasará el poder al vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, en el plazo de 30 días tras la firma de la iniciativa, y la celebración de elecciones dos meses después.

Los Quince también han exigido a las autoridades de Yemen que "se aseguren inmediatamente" de que actúan conforme al derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos que permiten a los yemeníes ejercer sus derechos y libertades fundamentales, incluido el de reunión pacífica y a la libertad de expresión.

Asimismo condenan las "las continuas violaciones de los derechos humanos cometidas por las autoridades de Yemen, como el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos", así como los actos de violencia, el uso de la fuerza y los abusos de los derechos humanos cometidos por otros actores.

La resolución subraya también que "que todos los responsables de actos de violencia y violaciones y abusos de los derechos humanos deben ser obligados a rendir cuentas" ante la justicia.

Igualmente insta a todos los grupos de la oposición a que se comprometan a participar "plenamente y de manera constructiva" en ese arreglo político y les exige que "se abstengan de ejercer la violencia y dejen de recurrir al uso de la fuerza para conseguir objetivos políticos".

El máximo órgano de decisiones de la ONU también ha exhortado a los grupos armados yemeníes a que "retiren todas las armas de las zonas de manifestación pacífica", además de abstenerse de reclutar niños y de atacar las infraestructuras vitales del país.

En Yemen se produjeron el jueves nuevos combates entre las fuerzas leales a Saleh y milicianos del líder tribal opositor Sadeq al Ahmar, en los que hubo varios heridos y que se sumaron a los 16 muertos y otros 20 heridos registrados unos días en otro enfrentamiento similar.

Las fuerzas gubernamentales mantienen desde hace meses violentos combates contra tribus rivales opuestas al presidente y contra militares disidentes que se han sumado a la revuelta popular que pide la renuncia de Saleh desde el pasado 27 de enero.