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Simon Peres: "Nadie de nosotros quiere ni querrá que mueran soldados egipcios"

  • El Cairo había considerado insufiente el lamento del ministro de Defensa
  • La embajada israelí en El Cairo cierra por la noche para evitar disturbios

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El presidente israelí, Simón Peres, ha aprovechado un encuentro con familiares de las víctimas del atentado del pasado jueves para presentar sus condolencias a las de los soldados egipcios que mató Israel en el Sinaí durante la respuesta. "Nadie de nosotros quiere ni querrá que mueran soldados egipcios, tampoco en estas situaciones difíciles", dijo en un momento de la visita.

Peres ha insistido además en que Israel y Egipto comparten interés en que el Sinaí "sea una península de paz, de turismo y de calma", según la edición digital del diario "Maariv".

Disculpas insuficientes

Las declaraciones fueron efectuadas horas después de que El Cairo calificase de insuficiente el lamento por el incidentehecho público anoche por el titular israelí de Defensa, Ehud Barak. "Aunque el comunicado israelí es positivo en apariencia, no se adecúa a la dimensión del suceso ni a la indignación del pueblo egipcio", señaló la comisión gubernamental de seguimiento de la crisis, encabezada por el primer ministro, Esam Sharaf, en un comunicado difundido por la agencia oficial Mena.

Ahmed Tibi, diputado palestino en el Parlamento israelí, ha mostrado en su cuenta de Twitter comprensión hacia la reacción de El Cairo. "Barak no se disculpó ante Egipto por la muerte de sus soldados, sino que fue tan sólo una expresión de lamento. Los egipcios han entendido esto", señaló.

El diario "Haaretz" publica que los dirigentes políticos y militares del Estado judío efectuaron una intensa labor desde la mañana de este sábado para evitar que Egipto retirase su embajador en Tel Aviv, Yaser Reda, como sucedió al inicio de la Segunda Intifada, en 2000. Altos mandos de los ministerios de Defensa y Exteriores pidieron a sus contactos en París y Washington que mediasen y, en algunos casos, telefonearon directamente a integrantes de la junta militar egipcia y de los servicios de inteligencia.

Intentos por calmar los ánimos

Barak, aparentemente, habló incluso con el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcias, Husein Tantawi. Fuentes oficiales israelíes citadas por el rotativo señalan que una de las conclusiones de los contactos fue que el anuncio de retirada del embajador fue efectuado por el consejo de ministros sin consultar con la junta militar.

Este domingo el jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado a sus ministros que no den entrevistas ni hagan declaraciones públicas sobre la crisis con Egipto a fin de calmar las aguas, señala el corresponsal diplomático del diario "Haaretz", Barak Ravid, a través de su cuenta de Twitter.

Por su parte, el diputado ultraderechista Michael Ben Ari, fuera de la prohibición al no formar parte del Ejecutivo, ha calificado a Egipto de "peligroso país enemigo", según la edición digital del diario "Maariv". Por otra parte, la Embajada de Israel en El Cairo ha decidido no abrir hoy sus puertas, tras dos noches consecutivas de manifestaciones de protesta contra el incidente. El sábado, un joven quitó la bandera israelí de la legación y puso en su lugar la egipcia.