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El régimen sirio crea un órgano que establezca un "diálogo nacional" para encauzar las revueltas

  • Asad anuncia que un organismo independiente creará las bases del diálogo
  • El pasado martes anunció una amnistía general en el país

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Manifestantes piden en París la salida del presidente sirio, Bachar el Asad.
Manifestantes piden en París la salida del presidente sirio, Bachar el Asad.

El presidente sirio, Bachar al Asad, ha decretado este miércoles la formación de un organismo para establecer las bases de un diálogo nacional y superar la crisis política que afronta el país, según ha informado la televisión estatal de Siria.

En varias notas urgentes, la cadena ha señalado que el organismo se encargará de establecer las bases del diálogo, determinará sus mecanismos de trabajo y su calendario.

Assad, quien se ha reunido con los miembros de este organismo, les ha pedido que formulen "los principios generales de diálogo que se abrirá para crear un clima apropiado para que las diferentes corrientes puedan expresarse y presentar sus propuestas".

El organismo está compuesto por el vicepresidente sirio, Farouk al-Shara, altos funcionarios del Partido Baaz y el Frente Nacional Progresista (FNP, una coalición de partidos encabezada por el propio partido Baaz), así como un escritor y un maestro.

Medidas que no convencen

Éste es el último paso de una serie de medidas aprobadas por el gobierno de Asad para calmar la situación política tras decretar una amnistía general y anunciar la derogación de la ley de emergencia, vigente desde que el partido Baaz domina el país, a comienzos de los años 60.

Todo esto forma parte de una serie de pasos que ha dado el régimen mientras miles de ciudadanos salen a la calle  para pedir más democracia y reformas en el país. Como contraste a estos  síntomas de aperturismo, la represión es, según organizaciones de  derechos humanos, cada vez más fuerte.

De hecho,  más de mil manifestantes han muerto desde  el inicio de las protestas contra el régimen de Bachar al Asad en Siria a  mediados de marzo pasado, según informaba el pasado lunes a través de  un comunicado la Organización Nacional de Derechos Humanos Siria  (ONDHS).

Según la nota, "está documentado que casi 1.118 mártires han muerto  hasta ahora, además de los heridos, que pueden cuadruplicar la cifra de  muertos".

Las reformas anunciadas hasta el momento no han convencido a la comunidad internacional. Francia, un país no hostil al régimen sirio, ha endurecido su lenguaje contra Asad en los últimos días.

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, ha reclamado al régimen que emprenda un "cambio de rumbo mucho más claro, ambicioso y audaz".

"Ha habido al menos un millar de muertos, puede que más. Va a ser necesario que el cambio de dirección de las autoridades sirias sea mucho más claro, más ambicioso y más audaz que una simple amnistía", ha indicado a la emisora France Culture.