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Decenas de miles de egipcios rezan juntos en la plaza Tahrir al grito de "Fuera Mubarak"

  • El ministro de Defensa se acerca a la plaza Tahrir en un gesto simbólico
  • Musulmanes y cristianos rezan juntos por sus "derechos robados"
  • A pesar de las medidas de seguridad ha habido algún altercado aislado
  • Más información en nuestro especial: Revueltas en Egipto

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Undécima jornada de protestas en Egipto

"Nacemos libres y vivimos libres. Os pido que aguantéis hasta la victoria". Con estas palabras solemnes el imán Jaled al Marakbi ha cerrado un emocinante rezo de decenas de miles de personas en la plaza de la Liberación (Tahrir) de El Cairo, al que le han seguido los gritos ahogados de "Fuera, fuera" contra el presidente egipcio, Hosni Mubarak.

En un rezo histórico en el que han participado cristianos y musulmanes, el imán ha pedido orar por los muertos de la revuelta popular, más de un centenar hasta hoy, en una petición que fue seguida con llantos por muchos de los participantes en el acto.

"Éste es un movimiento egipcio, todo el mundo sea musulmán o cristiano ha venido para reivindicar sus derechos robados", ha defendido.

"Las protestas de los jóvenes se han convertido en un movimiento nacional", ha remarcado el imán, que ha recordado que el movimiento no tiene "partido que nos represente y resuma nuestras reivindicaciones", ha dicho el imán.

"Quien quiera negociar debe venir aquí a hablar", ha añadido.

Los egipcios han desafiado a la violencia desatada por partidarios del régimen de Mubarak desde el pasado miércoles. La concentración de este viernes se ha distinguido de las anteriores por una mayor organización y, sobre todo, por las grandes medidas de seguridad instaladas en torno a la plaza Tahrir para evitar las confrontaciones directas.

La imagen de tanta gente rezando al mismo tiempo es frecuente en La Meca con motivo de las peregrinaciones anuales, pero no en Egipto, donde las oraciones de mediodía del viernes, el momento religioso más importante de la semana para el islam, se limitan a la intimidad de las mezquitas.

Visita del ministro de Defensa

Por primera vez desde que comenzó el movimiento el 25 de enero, el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui, ha visitado la plaza y ha revisado el dispositivo de seguridad que está a cargo de las Fuerzas Armadas.

El ministro se ha acercado a la plaza para evaluar la situación, en compañía de otros jefes militares, ha informado la televisión pública egipcia.

Tantaoui se ha dirigido a los manifestantes para recordarles que Mubarak no se va a volver a presentar a un sexto mandato presidencial en septiembre, un anuncio que sigue sin calmar a la multitud. Y es que el presidente explicó que no se marcharía antes por el riesgo de caos que correría el país.

"Decid al guía espiritual (líder de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de la oposición) que acepte dialogar con nosotros", ha declarado Tantaui, según la cadena emiratí de televisión Al Arabiya, que hablaba en nombre de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, algo está empezando a moverse, ya que el propio Badie ha asegurado que estaría dispuesto a sentarse con el vicepresidente, Omar Suleimán, una vez que se haya marchado Mubarak.

Este dato es importante porque según se ha conocido este viernes Estados Unidos está presionando al presidente egipcio para que se vaya ya y deje el Gobierno en manos de Suleimán.

Cinco controles para entrar en la plaza

La plaza Tahrir ha estado abarrotada todo el día entre medidas de seguridad extremas ante una jornada que tenía como objetivos ser decisiva como la del pasado martes.

Durante la mayor parte del tiempo ha reinado un ambiente bastante pacífico, en medio de fuertes medidas de seguridad. Muchos de los que se encontraban en la plaza han pasado la noche, desafiando así el toque de queda nocturno.

La gente ha tenido que hacer cola para acceder a la plaza y acceder a ser cacheado por los soldados. Para entrar en la plaza, hay que pasar por cinco controles de seguridad, montados por militares y civiles que pertenecen a los grupos de la oposición convocantes de la protesta.

"Queremos una segunda entrada", clamanban varios manifestantes que convergían en el puente Qsar el-Nil, temiendo no poder acceder a la paza este viernes al mediodía.

El Ejército se mantiene en los alrededores de la plaza, que también está custodiada por civiles. Las Fuerzas Armadas han hecho llamamientos a la población para que vuelva a sus casas, pero también han dicho que no reprimirán las protestas públicas.

Hay carros de combate del Ejército apostados al comienzo y final del puente y alambradas en los accesos, donde los soldados piden la identificación a los que acceden a la plaza.

Incidentes aislados con pro Mubarak

Pese al importante refuerzo de seguridad, los partidarios de Mubarak comenzaron a congregarse cerca del puente de Qasr al Nil, la principal vía de acceso ala plaza, y en las calles del centro de la ciudad a últimas horas de la tarde, poco antes del anochecer, y se registró algún altercado aislado.

El analista Issandr Amrani (autor de "The Arabist", uno de los blogs más prestigiosos de Egipto) expresó a Efe su temor de que el régimen "permita hoy la protesta, pero decida disolverla mañana".

"Si Mubarak no se va ya, creo que las protestas se extinguirán poco a poco, ya que la gente quiere recuperar la normalidad", ha señaldo Amrani.

El Cairo no fue el único escenario este viernes de grandes concentraciones para pedir la salida de Mubarak: en Alejandría, la segunda ciudad del país, decenas de miles de personas protestaron en un ambiente "festivo y pacífico", según el arqueólogo español Arturo Rey, presente en la manifestación.

"Todo el centro estaba lleno de gente, sobre todo, en la plaza Tahrir y en la Cornish (el malecón), donde se extendía la multitud por unos dos kilómetros", explicó Rey, quien ha destacado la ausencia de incidentes.

Los once días de protestas ininterrumpidas ya empiezan a pesar en muchos cuerpos y en muchos espíritus.

Sin embargo, algunos no pierden el sentido del humor. Un cartel que sostenía un joven en alto reclamaba a Mubarak "que se vaya ya, que tengo los brazos cansados".

Al menos diez personas han muerto y hay más de 800 heridos por la violencia de los dos últimos días, según un informe oficial. En cambio, según un informe no confirmado de la ONU, desde que comenzaron las manifestaciones han muerto al menos 300 personas y han resultado heridas un millar de personas.