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Berlusconi confiesa que tiene nueva pareja para defenderse del escándalo de prostitución

  • El primer ministro italiano niega que haya pagado nunca por sexo
  • El viernes está citado a declarar acusado de prostituir a una menor

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El primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha salido al paso de su último escándalo sexual confesando que mantiene una relación estable con una mujer, que le ha acompañado en sus fiestas y que no hubiera consentido que se acostara con otra.

En un vídeo difundido este domingo, el mandatario ha negado las acusaciones de la fiscalía, que le ha citado para declarar el próximo viernes por un presunto delito de prostitución de una menor y otro de abuso de poder.

"Desde que me separé, aunque nunca lo habría querido decir para no exponerla mediáticamente, he tenido una relación de afecto estable con una persona que obviamente estaba bastante a menudo conmigo, incluso en esa noches", ha dicho Berlusconi en alusión a las fiestas en su mansión de Arcore (próxima a Milán).

Esa persona "por supuesto no habría permitido que ocurrieran esos absurdos hechos", ha añadido antes de decir que en su vida ha pagado a una mujer por tener sexo.

En el 2009, su esposa desde 1990, Verónica Lario, se separó de Berlusconi tras salir a la luz una presunta infidelidad con una menor. En los meses siguientes siguieron otras revelaciones de fiestas con prostitutas en Cerdeña.

Varios medios han informado de que las autoridades judiciales han basado la investigación en escuchas telefónicas a asistentes a las fiestas en las que se habla de que una prostituta llamada Ruby, por entonces menor de edad, mantuvo relaciones sexuales con Berlusconi y recibió suculentos regalos --algunos de ellos en efectivo-- durante sus ocho visitas a Arcore.

Favores por "gratitud y amistad"

Berlusconi asegura que ha hecho favores porque sabe lo difícil que lo tienen los jóvenes que entran en el mundo del espectáculo, pero que sólo le mueven "la gratitud, la amistad y el afecto".

“A menudo he dado orden a mis colaboradores de ayudarles con su casa, curas médicas o la educación de sus hijos». Es un modo de exculpar a su tesorero, Giuseppe Spinelli, que para los fiscales es el contable del sistema de prostitución, informa Colpisa.

También le acusan de abuso de poder por su intervención en una ocasión en la que Ruby estuvo detenida. Berlusoni llamó a la comisaría, aunque según él sólo para interesarse por su situación, una versión que ha ratificado el policía al mando de ese centro.

El primer ministro conservador se enfrenta a esta acusación al tiempo que la justicia ha declarado parcialmente inconstitucional la que ley que le garantizaba total inmunidad; y, por otra parte, sin mayoría garantizada en el Parlamento.