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EE.UU. y África Occidental presionan a Gbagbo para que deje el poder en Costa de Marfil

  • La CEDEAO ha suspendido al país de la organización "hasta nuevo aviso"
  • Gbagbo se niega a ceder el poder a Ouattara, vencedor de las elecciones

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La crisis constitucional que vive Costa de Marfil tras los resultados de las recientes elecciones presidencial en el país se agudiza. Por un lado, la ONU y EE.UU. piden al anterior jefe de Estado, Laurent Gbagbo que reconozca la victoria del opositor Alassane Outtara, mientras la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) ha anunciado este martes que suspende "hasta nuevo aviso" la participación de Costa de Marfil en todos los órganos de decisión del grupo regional a causa de la crisis política.

Al término de una reunión cumbre extraordinaria en Abuya, la capital de Nigeria, la CEDEAO ha reconocido oficialmente Ouattara,  como presidente electo de Costa de Marfil y ha pedido a Gbagbo que le entregue el poder.

"A fin de proteger la legitimidad del proceso electoral esta Cumbre decide aceptar el resultado proclamado por la Comisión Electoral Independiente (CEI) y reconocer a Alassane Outtara como el presidente electo de Costa de Marfil", señala la CEDEAO en un comunicado de prensa.

"La Cumbre insta a Laurent Gbagbo a respetar el resultado de la segunda ronda de las elecciones presidenciales y entregar el poder sin más demoras en interés del pueblo marfileño", añade el texto.

EE.UU. pide una "transición pacífica"

La crisis política de Costa de Marfil se escenificó el pasado fin de semana cuando ambos líderes fueron investidos en distintas ceremonias presidentes del país africano.

Gbagbo fue investido como presidente para otro término de cinco años por el Consejo Constitucional, que lo declaró ganador de las elecciones tras anular los resultados anteriores divulgados por la CEI, que había declarado el triunfo de Ouattara, reconocido también por la ONU. EE.UU. también ha pedido a Gbagbo que inicie una "transición pacífica".

"Esperamos que el presidente Gbagbo tomará la buena decisión en los próximos  días", ha exhortado Philip Crowley, portavoz de la diplomacia estadounidense. El resultado de los comicios del 28 de noviembre fue "claro", y el  el mandatario saliente debe "reconocer la voluntad del pueblo de Costa de Marfil  e iniciar una transición pacífica", ha añadido.

Sin embargo, las maniobras políticas de Gbagbo demuestran unas intenciones que nada tienen que ver con las exigencias estadounidenses. De hecho, este mismo martes ha nombrado a su gabinete, que cuenta con 30 ministros y con Gilbert Aké N'Gbo como primer ministro.

La decisión adoptada por los líderes de África occidental es la sanción más severa contra un estado miembro que estipula el Protocolo Suplementario de la CEDEAO sobre Democracia y buen Gobierno.

Al borde de una guerra civil

Según los analistas, la aplicación de la sanción a Costa de Marfil refleja la determinación de la CEDEAO para resolver rápidamente la crisis y asegurar que el país no se hunda nuevamente en la anarquía y la guerra civil.

Las elecciones presidenciales habían sido vistas como el punto final de los prolongados esfuerzos regionales para restaurar la paz y el orden constitucional en Costa de Marfil tras la crisis que siguió a un fallido golpe de Estado de un sector de las Fuerzas Armadas del país, que se dividió en dos en 2002.

La Cumbre extraordinaria de la CEDEAO se llevó a cabo en el aeropuerto internacional de Abuya y fue presidida por su titular de turno y presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, con la presencia de sus colegas Abdoulaye Wade de Senegal; Faure Gnassingbe de Togo; Ahmadou Toumani Toure de Mali; John Atta Mills de Ghana; Blaise Compaore de Burkina Faso y Ellen Johnson-Sirleaf de Liberia.

Los otros países de la organización, que cuenta con 15 miembros, estuvieron representados a nivel de ministros de Asuntos Exteriores.