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La neutralidad de la Red, a debate: Google, Verizon y los organismos reguladores lo debaten

  • Una noticia en el New York Times sobre un posible acuerdo disparó las alarmas
  • Google y Verizon han negado las interpretaciones del periódico

Afirman estar negociando con los reguladores sobre aspectos importantes

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Google y Verizon amenazan la neutralidad de Internet
Las grandes compañías no deberían repartirse Internet.

A partir de unas negociaciones entre Google, Verizon y la FCC se han disparado las alarmas sobre una posible ruptura de la «neutralidad de la Red» por parte del gigante de Internet, que se ha apresurado a desmentirla.

El controvertido concepto de neutralidad de la Red se oye cada vez más en diversos entornos, especialmente a raíz de los recientes acontecimientos.

Aunque encierra muchos matices, básicamente se trata de la idea de que los usuarios deberían poder utilizar sus conexiones a cualquier sitio de Internet para acceder a la Red, mediante cualquier protocolo técnico, sin que sus transmisiones puedan ser filtradas, bloqueadas, o el acceso restringido de algún modo.

La idea pretende evitar, entre otras cosas, que las grandes compañías de comunicaciones o de software puedan compartimentar y «repartirse» Internet, algo que es de todos.

La neutralidad se aplica tanto a las limitaciones «en negativo», como que alguien ponga un filtro para evitar que se acceda a cierto sitio (como hacen los países censores) como también a las ventajas «en positivo»: sitios web que mediante acuerdos con operadoras de comunicaciones beneficiarían a ciertos clientes ofreciéndoles más facilidad, velocidad o contenidos a costa de penalizar a la competencia.

Un ejemplo sencillo de entender sería que Youtube acordara con una empresa de acceso a Internet que los vídeos de los usuarios se vieran mejor y se descargaran más rápido si se accediera a través de su banda ancha en vez de por otras vías de la competencia.

Otros aspectos más técnicos de la neutralidad de la Red, ya fuera de la conocida World Wide Web, son las restricciones que operadoras de telefonía aplican o prenden aplicar a la información que viaja por sus cables: la mayor parte preferirían que la gente usara Internet y sus conexiones de datos solo para navegar por las páginas Web y enviar correo y no para hablar por teléfono a través de programas como Skype (que es gratuito y por lo cual no reciben dinero a cambio).

Otros querrían filtrar ciertos protocolos de intercambio de datos (como los programas P2P) para evitar el intercambio de música y películas olvidando que esos mismos protocolos se utilizan muchas veces parece otros usos también legítimos.

Por desgracia, la neutralidad de la Red sigue siendo un concepto que todavía no ha calado entre quienes regulan todo lo relacionado con Internet en los diversos países, por no hablar de los legisladores, que son capaces de crear largos y espesos documentos con declaraciones y leyes sin siquiera mencionarlo.

El asunto entre Google y Verizon

Ayer saltaban todas las alarmas y se ponía el grito en el cielo entre quienes siguen estos temas cuando el New York Times publicaba en su web que «Google y la operadora Verizon estaban negociando un acuerdo para que sus contenidos, entre ellos los de YouTube, se pudieran descargar con más velocidad si Google pagaba por ello.»

Esto fue recibido por los analistas con comentarios como apuñalamiento en la espalda a la neutralidad de la Red y expresiones como traición, puñalada trapera y amenaza. Sin conocerse realmente esas negociaciones en curso ni en qué habían culminado, ¿era realmente para tanto?

Ante el alboroto, ambas partes publicaron una declaración conjunta en la que han intentado explicar la situación, desmintiendo al New York Times. El resumen es que tanto Google como Verizon aseguran mantener su compromiso con una Internet abierta y neutral, recordando que es así como surgió y creció la Red.

Pero también confirman que están negociando con la FCC (La Comisión Federal de Comunicaciones) para examinar algunos aspectos polémicos respecto a esto: principalmente las diferencias entre la banda ancha y las comunicaciones móviles y el papel que juegan quienes crean las reglas del juego pretendiendo regularlo todo.

También recuerdan que para que los negocios en Internet florezcan y prosperen necesitan innovar en la propia forma de hacer negocios. Y terminan explicando que la transparencia es algo vital en todo esto y que cualquier cosa que hagan las operadoras y las ofertas que propongan a sus clientes habrán de ser claras y meridianas.

No han explicado ni confirmado si lo que estaban negociando era realmente esa forma de acceso privilegiada a los contenidos de Google, ni a qué tipo de clientes afectaría ni cómo, así que eso habrá de esperar.

Puede que se siga hablando mucho del tema pues ante la situación algunos activistas creen que Google ha abandonado la neutralidad de la Red y que dada su privilegiada posición en el mercado sería toda una catástrofe.

Haya más o menos sensacionalismo en la noticia del New York Times, por no hablar de las diferentes interpretaciones, lo cierto es que la situación al menos permite reabrir el debate que puede llevar a hacer de Internet un lugar más a gusto de todos quienes la utilizan y realizan sus negocios en ella.