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Las 'verdades' sobre el asalto invaden YouTube

  • El ejército israelí 'cuelga' varios vídeos para probar su versión de los hechos
  • Antes, los activistas habían dado cuenta en directo de lo ocurrido
  • Los vídeos cuentan con cientos de miles de visitas

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"Están usando fuego real.  Tenemos que evacuar ahora".  Los gritos son de un supuesto soldado israelí en la oscuridad de las aguas internacionales en las que se encontraba la 'Flotilla de la Libertad'. La imagen está oscura y la grabación apenas dura cuarenta segundos.

Para unos -como el periodista del Jerusalem Post David Horovitz- es la demostración palpable de que los activistas del Mavi Marmara eran del todo menos "pacíficos", así como una prueba de los prejuicios de los corresponsales extranjeros contra el estado de Israel.

Para otros, como el periodista del New York Times Brian Selter, es más bien el inicio de una batalla que el estado hebreo tiene difícil ganar: la de la opinión pública.

Es difícil porque desde hace días los activistas de Free Gaza le llevan ventaja en la difusión de vídeos y de twitteos desde los barcos de la flotilla. Los miembros de la expedición estaban emitiendo en directo a través de la web desde mar abierto usando los servicios de Livestream, una compañía estaounidense.

"Los organizadores eligieron hacer de su viaje a Gaza un evento mediático", ha detallado al rotatino neoyorquino Max Haot, cofundador de Livestream.

A bordo del barco había "una producción de diferentes cámaras", conectadas a Internet y a un satélite que permitió a las cadenas de noticias reemitir las imágenes en directo de la redada en directo.

Por ejemplo, la ONG a la que pertenecían dos de los españoles en la flotilla ha colgado a lo largo del viaje multitud de vídeos, el último el de Manuel Tapial con un chaleco salvavidas anunciado el inminente ataque de Israel.

Haot reconoce que en desde el ataque del lunes su compañía tienen un debate moral: no saben si ayudaron a activistas pacíficos o a una iniciativa antiisraelí que quería introducir armas en Gaza.

Ofensiva mediática israelí

Su pensamiento es resultado directo de la campaña iniciada por el ejército israelí a través de su canal de YouTube, que desde diciembre de 2008, cuando fue abierto, acumula más de diez millones de visitas.

El ejército israelí ha difundido a través de su canal de Youtube una serie de grabaciones con su relato de los hechos. Todos están con rótulos en inglés y son imágenes nocturnas con grafismos para facilitar su lectura.

El primer vídeo fue una imagen desde el helicóptero del que saltaron los comandos. Su objetivo es mostrar que los soldados fueron atacados con palos, linchados e incluso trataron de secuestrar a uno de ellos.

El segundo muestra las supuestas armas usadas por los activistas , así como más imágenes de los ataques. El relato se completa con las declaraciones de uno de los soldados en otro tercer vídeo en el se relata el intento de linchamiento de uno de sus compañeros.

Los siguientes reflejan cómo los activistas fueron llevados al puerto de Ashdod de forma pacífica -pese a los testimonios que posteriormente dieron alguno de ellos- e incluso la recogida de la ayuda humanitaria que llevaban los barcos para introducirla por carretera en Gaza.

Estos vídeos se han convertido en una auténtica atracción en Youtube, hasta el punto de que algunos han superado las 600.000 visitas.

"Sin la respuesta israelí, que se produjo a finales del día y que al parecer provó que los soldados actuaron en defensa propia, los medios solo habrían tenido los reportajes parciales basados en el testimonio de Al Jazeera. Lo que Israel tiene que darse cuenta es que en el mundo mediático de hoy, cada minuto cuenta", continúa el Jerusalem Post, de tendencia derechista.

En efecto, el papel del periodista de Al Jazeera, Jamal Elshayyal, a bordo del barco se convirtió en esencial en los primeros momentos. Él detalló con un chaleco salvavidas cómo Israel ataca el Mabi Marmara, dejando varios heridos y violando el derecho internacional. El vídeo ha tenido más de 500.000 visitas.

Sin embargo, desde el abordaje del barco israelí lo que se ha producido es un apagón informativo de la versión de los activistas. Las cámaras fueron requisadas, así como todo tipo de grabación con la excusa de buscar en ellas armas o explosivos.

Es en ese momento en el que el ejército israelí y el Ministerio de Exteriores inicia su campaña, sabiendo que actuaba contrarreloj.

"En un momento como este, la opinión pública es terriblemente importante para determinar cuál será la imagen que perdurará", señala al New York Times Jim Hoge, experto de Foreign Affairs.

Según la ONG Reporteros sin Fronteras al menos 15 periodistas que estaban a bordo de la flotilla informando fueron detenidos por Israel y no pudieron mantener contacto alguno con sus redacciones. Entre ellos, además del reportero de Al Jazeera, estaban periodistas de la agencia de noticias de Kuwait y el rotativo australiano The Sidney Morning.

"No se les permitió hablar en absoluto, para mostrar su lado de la historia, la información de testigos era la única información que teníamos", ha denunciado el director de Al Jazeera desde Qatar.

Al menos, queda el consuelo que desde el martes, cuando los activistas han empezado a volver a sus países, sus testimonios empiezan ya escucharse en todo el mundo. Y, también, que el periodismo, en última instancia, sabe hacerse un hueco. O si no que se lo digan a estos reporteros que grabaron durante más de ocho minutos lo ocurrido. O, como ellos, dicen la "cruda realidad" de los hechos.