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La elevada temperatura del agua del lago africano Tanganika amenaza su ecosistema

  • Las muestras indican que el agua en superficie ha alcanzado los 26 grados
  • La producción de pescado está directamente relaccionada con esa temperatura

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Pescadores navegan por el Lago Tanganika, donde se recogen unas 200.000 toneladas de pescado al año.
Pescadores navegan por el Lago Tanganika, donde se recogen unas 200.000 toneladas de pescado al año.

El lago Tanganika, en Africa, ha registrado su mayor calentamiento en los últimos cien años, y la máxima temperatura, de 26 grados centígrados, en su superficie de los últimos 1.500 años, según un estudio realizado por geólogos de la Universidad de Brown, en EEUU, y publicado en el diario Nature Geoscience.

Las muestras tomadas por el equipo han sacado a la luz 1.500 años de historia de la temperatura de este lago y han desvelado que el cambio afectará al ecosistema, pues su conservación depende del transporte natural de nutrientes desde las profundidades del lago donde arranca la cadena alimenticia, hasta la superficie.

El lago Tanganika se encuentra dividido en dos niveles, uno que ocupa los cien metros superficiales, donde vive la mayoría de las especies animales, incluidas las sardinas, y un segundo nivel bajo, donde hay menos oxígeno o ausencia total del mismo. De esta forma,  para que los nutrientes suban desde las profundidades, es necesario que el viento agite las aguas, un proceso que se está viendo afectado por su calentamiento, tal y como indica el informe.

Cuanto más se caliente el agua, se prevé que la productividad disminuirá, y esto afectará a la industria pesquera

Los científicos han señalado que durante este milenio y medio, se han producido en el lago intervalos prolongados de calentamiento y enfriamiento que están relacionados con una baja y alta productividad, respectivamente. "Cuanto más se caliente el agua, se prevé que la productividad disminuirá, y que afectará a la industria pesquera", ha apuntado la autora principal del estudio, Jessica Tierney.

Además, este cambio podría afectar a los peces que habitan en el lago --el segundo más antiguo y más profundo del mundo-- y por consiguiente, a la pesca, de la que dependen las regiones que lo bordean, Burundi, República Democrática del Congo, Tanzania y Zambia --cuatro de los países más pobres del mundo según el Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas--, según señala el estudio.

Unos diez millones de personas dependen del agua del lago

Se estima que diez millones de personas viven cerca del lago y dependen de su agua y de sus peces. En concreto, los geólogos explican que la pesca es un componente "crucial" para la alimentación y el bienestar de la región, que recoge del lago anualmente 200.000 toneladas de pescado.

Por último, los geólogos han alertado sobre el calentamiento global que, a su juicio, podría causar un incremento aún mayor de la temperatura del lago.

Algunos investigadores han remarcado que la caída de la productividad puede estar causada por una sobrepesca, pero Tierney ha asegurado que el calentamiento está "agravando, si no causando" el problema.