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El cambio climático obliga a redibujar la frontera entre Italia y Suiza

  • Los glaciares del Matterhorn (Cervino en Italia) se están derritiendo
  • Esta montaña de 4.000 metros fue la frontera establecida entre ambos países en 1861
  • Ahora representantes de ambos países tienen que volver a esbozarla
  • Las altas temperaturas de los últimos cinco años han acelerado el deshielo

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El Matterhorn, visto desde la localidad suiza de Zermatt, en 2007.
El Matterhorn, visto desde la localidad suiza de Zermatt, en 2007.

En 1861, una montaña cubierta de glaciares, llamada Matterhorn y Cervino según los habitantes que vivían a cada lado de su falda, pasaba a convertirse en la frontera natural entre un estado recién nacido, Italia, y otro que siempre ha estado 'encajonado' en las montañas, Suiza.

Con una altura de 4.478 metros, la montaña estaba cubierta de glaciares, sobre cualquier tipo de civilización. Sin embargo, casi 150 años después ambos países tienen que ponerse de nuevo manos a la obra para determinar dónde empieza el territorio de uno y termina el del otro, debido al dramático deshielo que están sufriendo los glaciares de la montaña en los últimos cinco años.

"La frontera se está moviendo por el cambio climático",asegura Daniel Gutknecht, responsable de la coordinación de las fronteras nacionales de la Oficina Suiza de Topografía, en declaraciones al diario británico The independent.

En el otro lado, Italia tiene que aprobar una nueva ley para redelimitar su frontera, que ha sido presentada ya por Franco Narducci, miembro de la oposición del comité de Asuntos Exteriores. La propuesta ha sido apoyada ya por el ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, que espera que se convierta en ley a finales de mes. Cambios en el paisaje

Aunque el cambio de las fronteras no áfectará a las poblaciones colindantes -variará entre una decena y un centenar de metros- sí supone la constatación de la aceleración del impacto del cambio global en los glaciares alpinos.

"El deshielo de los glaciares se ha acelerado desde el caluroso verano de 2003. La hola de calor causó muchos cambios en el paisaje y muchos corrimientos de tierras resultantes del deshielo de la capa de permafrost", detalla Luca Mercalli, un meteorólogo y climatólogo italiano, que subraya que, por primera vez, la temperatura donde se registran los cero grados fue más allá de los 4.000 metros.

Marcalli considera que el impacto del cambio climático en las fronteras va más allá de los propios glaciares, ya que en lugares que en las fronteras de 1861 eran recorridos por el agua, ahora pueden cambiar debido al propio deshielo de los glaciares.

Dos formas de luchar contra el cambio climático

De esta forma, Marcalli a un lado de la frontera y Gutknecht al otro formarán parte del grupo de expertos de ambos países que tendrán que redibujar el nuevo mapa de la frontera alpina de Italia y Suiza.

Eso sí, ambos países tienen poco que ver en su política contra el cambio climático. Mientras Suiza lleva años desarrollando una política concienciada contra el calentamiento global para minimizar el impacto de la acción humana en la atmósfera, Italia maneja posiciones escépticas que le han llevado a amenazar con vetar los objetivos europeos de reducción de emisiones de CO2.