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Irán no ha dado una respuesta clara a la oferta de las potencias, según Solana

  • El jefe de la diplomacia europea volverá a verse con el negociador nuclear iraní en 15 días
  • Solana dice que la esperada reunión ha logrado "avances", pero "no son suficientes"
  • El portavoz iraní dice que en la próxima cita no se planteará la suspensión del enriquecimiento
  • En la reunión ha participado por primera vez un delegado de EE.UU. como observador

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La reunión que han mantenido las grandes potencias con Irán ha sido "constructiva", pero en ella teherán no ha dado "una respuesta concreta" a la oferta de la comunidad internacional, ha dicho en Ginebra el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.

Las partes han acordado un nuevo encuentro dentro de dos semanas, aunque el negociador iraní, Said Jalili, ya ha adelantado que en en ella Irán ni se planteará suspender el enriquecimiento de uranio.

"No tenemos una respuesta concreta". "No hemos obtenido un sí o un no como respuesta y esperamos que nos lo digan pronto", ha dicho el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, quien ha acordado retomar los contactos con Irán "en un par de semanas".

En nombre de los países negociadores (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania), Solana entregó a mediados de junio una oferta a Irán, que incluye un paquete de incentivos para que la República Islámica suspenda el enriquecimiento de uranio.

Las potencias occidentales sospechan que Irán quiere dotarse de la bomba atómica, aunque Teherán afirma que solo pretende generar energía nuclear con el uranio.

Jalili ha reiterado que Irán no renunciará a su "derecho nuclear" y ha dicho que en la próxima cita "primero se tratarán los puntos comunes". "por supuesto que no se tratará la cuestión de la suspensión" del enriquecimiento, ha añadido.

Grandes expectativas

En la reunión de este sábado ha participado el número tres de la diplomacia estadounidense, William Burns, un hecho insólito ya que Teherán y Washington rompieron sus relaciones en 1980. No osbtante, la Casa Blanca precisó que sólo acudía como observador.

La cita había generado una gran expectativa ya que llega precedida de una oferta occidental que revela cierta flexibilidad y que podría contribuir a moderar el clima creado hasta ahora por Irán y Estados Unidos.

La propuesta occidental abre la puerta a que Irán no suspenda el enriquecimiento inmediatamente si se compromete a no poner en marcha nuevos centrifugadores. A cambio, las potencias no adoptarían nuevas sanciones en su contra.

La Unión Europea e Irán pidieron a Suiza, que tiene la neutralidad como pilar fundamental de su política exterior, que organizara este encuentro.