Después de haber sido capturado y apresado como rehén de Castilla, Carlos le propone a Francisco un acuerdo: la devolución de la Borgoña y el pago de los gastos de la contienda a cambio de su liberación. A este pacto, el rey francés añadirá la mano de Leonor.
Carlos no acabará con la vida del rey francés, pero tampoco se doblegará ante él y no cederá hasta conseguir lo que le pertenece. Por eso, su primer encuentro con Francisco se hará esperar, con el fin de no darle lo que desea: una audiencia con el Emperador.
Leonor rechaza la idea de casarse con Carlos de Borbón, tras haber traicionado a su rey (Francisco I) a cambio de recuperar sus bienes y tierras; y no dudará en hacérselo saber tanto al propio duque, como a su hermano.