Hay veces que nos gustan los maridajes arriesgados, a veces paradójicos, pero que siempre tienen un punto de comunión, sensaciones donde se encuentran y los hacen sugerentes.
El periodo estival, la canícula del verano, empieza a declinar en nuestro país, pero todavía podemos disfrutar de los gustos musicales, los ritmos, de los invitados que han ido siendo protagonistas durante esta primera temporada de Placeres Mundanos.
En esta última entrega del mes de agosto nos dejamos llevar por esas canciones que fueron banda sonora de nuestra juventud (los que ya vamos teniendo algunos añitos!!!!) gracias a la cocina tradicional, plena de carácter, que nos propone Gonzalo de la Torriente desde la sierra madrileña en La Cabaña de Soto; y el paraíso quesero que puso en marcha Jesús Pombo, Cheese Bar, un espacio donde deleitarse con la suculenta diversidad del universo lácteo o aprender de su extensa biblioteca a la que han dedicado un espacio propio.
