Esta semana descubrimos un espacio de trabajo muy especial en una inmensa nave industrial. Son arquitectos, traductores, encuadernadores , productores o diseñadores que se han unido en una cooperativa que se llama Tramallol y que también funciona como asociación cultural.
Es una forma diferente de trabajar, cada uno en lo suyo pero siempre sumando y creando sinergias. Son autónomos la mayoría, hombres y mujeres jóvenes, dinámicos, que les gusta crear y socialmente muy activos porque muchos de ellos están en movimientos sociales vinculados a sus intereses personales.
Y todo ello en un lugar muy particular, una nave de espacios diáfanos, de dos plantas dónde huele a pan y a pasta fresca a la par que se encuaderna un libro o se hacen proyectos de todo tipo.
Sorprende el silencio que hay por las mañanas, todos tan concentrados, pero se nota que aquí hay muchas ganas de convivir y de compartir también. Hay buen ambiente pero eso no ha costado años de trabajo y de asambleas. Ahora lo cuidan y lo miman mucho porque quieren seguir construyendo a partir de este largo proceso.
