Bienvenidos a un bosque habitado por paisanas y paisanos que trabajan en asociaciones ecologistas locales. Miembros de la Comunidad del Bosque, activistas de la Hermandad de los Árboles que, en algunos casos, como nuestros anfitriones de hoy, la Asociación A Morteira del Bierzo, llevan muchos años. Abriendo camino, creando ejemplos de coherencia, sensibilidad, inteligencia y buen hacer en la defensa de los árboles cultos, o humanizados, y los árboles monumentales. Uno de sus integrantes, Toño Nespral, os contará cómo, sin saberlo, estaban dando a luz una de las acciones de protección más eficaces y sabias para El bosque habitado. La custodia del territorio. Con modelos de éxito para la conservación de los valores naturales. Podéis seguir buceando en su pedagogía arbórea en www.amorteira.org.
Y es que, a través de la Asociación A Morteira, llegamos hasta Ponferrada con nuestra grabadora y nos dejamos enseñar, arrastrar, seducir y fusionar con sus conocimientos y buenas prácticas, en las en su Décimo Encuentro del Día Internacional de los Bosques. Allí escuchamos a grandes maestros de los árboles. Un lujo, una oportunidad increíble para estos aprendices del bosque, que queremos saberlo todo y, además, aprenderlo bien. Pero, ¡ojo!, que este homenaje a A Morteira sirva, además, para agradecer a todas las asociaciones locales ecologistas por su defensa del patrimonio arbóreo. Como Agrupación Ecologista Pinsapo de Málaga, como Micorriza de Guadalajara, como Associació Balear de l’Arbre (ABA).
Y cómo estamos en León, también queremos rendir nuestro particular homenaje a los habitantes del bosque leoneses, Dani de El bosque de Sury, Víctor Gutiérrez, Utópica Irma, Rafaria Montecristo y nuestros amigos del Valle del Silencio, a los que conocimos una tarde afortunada en La Cantina de Sara. Gracias a todas y a todos… Por hacernos ver que, por una vez, creemos y nos esforzamos en lo que vale la pena, que estamos en la senda correcta… ¡Ubuntu, Comunidad del Bosque!
Y lo hacemos, esta vez, de la mano de Fernando Fueyo, defensor preocupado, en esta ocasión, de los abedules, a Óscar Prada, que nos trae los ecos del bosque que nos ponen manos a la obra, a Raúl de Tapia, que nos trae la primavera necesaria, para entender fenológicamente dónde estamos y quiénes somos, a Ignacio Abella, que nos recuerda que somos uno, allende los mares, allende los bosques, a Gustavo Duch, que nos invita a intimar profundamente con el árbol… Y a Orion, banda de música formada por integrantes de A Morteira que nos hace sentir hasta las trancas, a modo de aviso, que tal vez, no estemos lejos del último árbol… Y a Mikel Erentxu, maestro de Corazones… Corazones de savia para el nuevo milenio… Entrando en territorio habitado por la auténtica Revolución Local de los Conmovidos…
