Érase un bosque es el título de la película documental dirigida por Luc Jacquet y promovida e instigada por el científico Francis Hallé, que retrata los bosques tropicales que han sido devastados por la tala de árboles y la deforestación del hombre. Una vez más nos encontramos como testigos de excepción ante una conversación, casi privada, entre dos científicos, dos botánicos y amantes de los bosques y árboles. Francis Hallé, creador de la balsa de los árboles sustentada por un dirigible para estudiar la canopea tropical, y el Médico de los Árboles, Bernabé Moya, creador y posibilitador de este encuentro.
Asistimos a una charla científica y conmovida que nos invita a reflexionar, en la casa de Hallé en Montpellier, con palabras de delicado castellano, concebidas en francés y que nos ilustran, con ánimo de concienciarnos a tod@s, sobre la importancia de conservar los últimos bosques tropicales, de impedir la tala indiscriminada, sobre esos laboratorios médicos que habitan la cima de los árboles, sobre las culturas indígenas y sus conocimientos ancestrales, sobre las plantas que bailan y emiten ruidos al crecer, y los hongos que son luces, sobre los programas de inmortalidad de los árboles, sobre la diferencia entre un animal y una planta, sobre tantas y tantas cosas que todos deberíamos aprender antes que sumar y restar…
Y para aprender mejor y más conmovidamente, contamos con el saber y la emoción de Pedro Cáceres, Fernando Fueyo, Ignacio Abella, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca y la inspiración musical de José Miguel López que nos llevó hasta la selva brasileña de la mano de dos álbumes. Codona, con Collin Walcott, Don Cherry y Nana Vasconcelos, y el recopilatorio Amazonía, última llamada, a cargo de José Sanou.
