Las dudas sobre la capacidad de las naciones para endeudarse mucho con índices macroeconómicos inestables solo se concentraban antes en el subdesarrollado Sur.
Tras la peor crisis en un siglo con epicentro en Wall Street, el riesgo cambió de bando y hemisferio al trasladarse al industrializado y rico Norte. El último año agobió la periferia Europea, pero en las últimas semanas las advertencias cruzaron de nuevo el Atlántico en sentido inverso.
Tres avisos recibió EEUU, cuya deuda ronda ya los 14 billones y medio de un Producto Interno Bruto que crece a un agónico 2,8%, mientras el gasto público es un 10% superior a los ingresos del estado, y el desempleo no baja del 8,5%. Lo analizamos con el economista jefe del Real Instituto Elcano, Federico Steinberg.
