A finales del siglo pasado, seis misioneros y tres cooperantes españoles fueron asesinados en Ruanda por milicianos del Frente Patriótico Ruandés, del actual presidente de ese país, Paul Kagame. Años después, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andréu abrió una causa por estos crímenes y emitió una orden de arresto internacional contra 40 presuntos responsables. Estos días, uno de esos presuntos criminales, el actual jefe de los servicios secretos ruandeses, Karenzi Karake, se ha paseado con total libertad por Londres sin que se le haya detenido, a pesar de esa orden de arresto internacional que existe contra él. Es una muestra más de la cortina de impunidad que ha caído sobre este asunto, algo que ya quedó meridianamente claro cuando los cables de Wikileaks demostraron que el Gobierno español, en aquel entonces presidido por Rodríguez Zapatero, se había desentendido de este asesinato de nueve compatriotas.
Viajamos también a las Fuentes del Nilo Azul. Lo hacemos de la mano del periodista y escritor Ricardo Coarasa, que acaba de publicar un libro con este sugerente título.
